No puede ser que haya tanto calor. No es bueno, el pensamiento se estropea.
La degeneración de las células se acelera con estas cosas.
Al final, Dios es un calefactor con el termostato estropeado. No es extraño que la gente muera.
Y la gente busca amor como si fuera la solución a una vida de un calor triste e incoloro; sin embargo, el amor lo amplifica todo para bien y para mal.
Calor y amor
Publicado: 19 agosto, 2015 en Amor cabrón, Conclusiones, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas
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