
Archivos para septiembre, 2019
La claridad del lenguaje
Publicado: 30 septiembre, 2019 en Sin categoríaEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant

La secta de los pacíficos
Publicado: 29 septiembre, 2019 en ReflexionesEtiquetas:cobardía, Crítica social, decadencia, ensayo, esfuerzo, guerra, hipocresía, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, pacifismo, Ultrajant, valentía, violencia

La gente pacífica es muy peligrosa, desea dominar e imponerse a los demás con grandes movimientos ganaderos de cientos de miles de cabezas de ganado. Algo así como las voraces marabuntas o las plagas de langosta.
No, la gente pacífica no mata, aplasta ciegamente, sin entender bien el porqué. Y le comunica sus deseos a los sicarios de su dictador para que maten por ellos (mucho dueño de campos, aun hoy día lo es gracias a esta costumbre de conseguir algo lamiéndole el culo al dictador de turno o sus representantes, entregando las vidas envidiadas con mentiras o simplemente delatando para que los maten). De esta forma, con una hipocresía digna de caricatura, seguirán alardeando de su pacifismo (los ciudadanos ejemplares e integrados del nazismo, franquismo, falangismo, hinduismo o comunismo por ejemplo).
Tras la máscara pacífica se esconde la cobardía.
Hace falta gente decidida y auténticamente violenta que provoque una gran guerra identificando a los buenos y a los malos. Y sobre todo, que de una vez por todas, quede claro quien son los vencidos, si quedase alguno.
Además, es necesario renovar sangre, genética. Por ejemplo: los habitantes de los lugares más fríos suelen caer en profundas depresiones por una decadencia acomodaticia.
Los niños se manifiestan por banales razones, evitando así trabajar y sus lerdos padres los educan en el borreguismo.
La sociedad se ha colapsado y la ética, la dignidad y el esfuerzo, son temas oscuros que dan miedo en la población. Se han acostumbrado a las incruentas luchas de tuits y likes, banalizándose a sí mismos. O a los festivales musicales o congregaciones festivas para celebrar catástrofes, muertes y asesinatos.
Hay que mover el culo.
Y lo malo, solo se puede erradicar con violencia y muerte.
Yo apuesto a que ganarán los pacíficos, los hipócritas o malos siempre ganan.
Tras el periodo de guerra, los vencedores deberán luchar contra la pobreza, el hambre y la enfermedad; las guerras esquilman los recursos económicos.
Tranquilamente, alcanzar un nivel de bienestar parecido como el anterior a la guerra puede llevar treinta años y la pérdida de una cuantas generaciones. La guerra es la parte más escandalosa, lo bueno viene después. Como ocurre con las catástrofes nucleares.
Y entonces sí deberán trabajar con un par de cojones y llorar menos con su teléfono en la mano.
La debilidad y la cobardía no es algo de lo que nadie deba sentirse orgulloso.
Si algo pesa, uno se esfuerza por levantarlo, no se llora, no se publica un estado de mierda en una red social.
En la pacífica y mística India, comen mierda y se bañan en ella; llevan décadas haciéndolo. Es el precio a pagar por la cobardía del pacifismo, por el borreguismo de las castas inferiores.
Al ataque y que muera quien deba, que viva quien pueda…

Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.
En un tiempo éste
Publicado: 28 septiembre, 2019 en Amor cabrón, Maldito romanticismoEtiquetas:amor, Amor cabrón, consuelo, decepción, frustración, hastío, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, pasión, presidio, refugio, sarcasmo, Ultrajant

En un tiempo éste en el que se ama a tantas cosas y con tanta devoción, soy un psicópata, un peligro social porque solo te amo a ti.
Todo lo que no sea tú, es pura indiferencia. Hastío en el mejor de los casos.
En un tiempo éste en el que todos miran al corazón (no puedo evitar reírme) y al espíritu, yo miro tus tetas y entre tus muslos para atisbar tu coño. Con absoluta impudicia, con desenfadado descaro. Porque tu espíritu es mío, siempre lo fue. Desde que naciste, mi puta amada.
En un tiempo éste en el que familia y amigos buscan afecto, fraternidad y solidaridad; solo quiero follarte, porque tu corazón y las ternuras que contiene, lo tengo yo, donde falta el mío. Con tu amor no necesito el de nadie, tu cuerpo me fascina y me da el placer que el planeta y las cosas que lo habitan, jamás han podido ni podrían ofrecerme; ni yo lo quisiera. Que si dios existe me libre de los afectos de los vulgares, de los innecesarios.
Que un tiempo éste, arda.
En un tiempo éste en el que las multitudes bailan hacinadas con risas de alegría idiota; yo solo quiero bailar contigo una canción muda en el borde de un cráter, en el rincón más solitario del planeta.
En un mundo éste en el que te necesito como el alimento, la muerte y el dolor de muchos o todos es solo una noticia a la que no presto atención mientras fumo y me toco evocándote.
En un mundo éste en el que te amo tanto, los ceniceros deberían ser más grandes, me pongo perdido de ceniza; y es que esperarte me destroza los nervios.

Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.
A pesar de mí, te amo
Publicado: 25 septiembre, 2019 en Sin categoríaEtiquetas:amor, Amor cabrón, desprecio, frustración, futuro, humanidad, Iconoclasta, injerencias, ira, malestar, muerte, Pablo López Albadalejo, pasión, romanticismo, Ultrajant

Podría amarte en este mundo de mierda y en el vacío.
En el vacío te amaría los segundos que tardaría en morir. Y en este mundo te amo distorsionadamente por injerencias o interferencias externas.
Te acaricio el coño con los dedos enterrados en esa calidez mojada y pienso en los que no mueren y debieran.
En los que sufren no lo suficiente.
En los descuartizados y el excesivo tamaño de los trozos.
Observo luego tu coño goteando mi semen y pienso en los muchos que han nacido sin necesidad, sin gracia, sin afecto. Sin que yo les haya dado permiso.
Pienso en el futuro y en lo poco que me importa los que les ocurra a los nacidos y por nacer cuando muera. En mi determinación por no hacer de éste un mundo mejor.
Si yo me encontré una mierda la dejo también para los que vienen. La vida es muy corta y ejercer de mesías, mártir o santón es una estupidez desmesurada.
No soy un filántropo millonario con la nariz blanca sintiéndose Jesucristo.
Antes de morir, sin reconocerlo en alta voz, me sentiré triste por no haber descubierto un planeta libre de humanos para amarte puramente.
Cuando estoy dentro de ti bombeando furioso, toda mi frustración se canaliza por mi rabo y llega a ti con un amor desatado y falto de piedad alguna con nadie.
También temo haber metido en tu coño algo más que mi semen. Algo más oscuro, más cáustico. Es una sensación que me perturba cuando te veo tan hermosa jadear tras follar.
No importa, no puede hacer daño amar como yo, al fin y al cabo voy llegando a la vejez en razonable buen estado.
Quiero decir que hago lo que debo, según mi condición.
Y te amo con locura a pesar de mí mismo.

Iconoclasta
Da miedo el bicho
Publicado: 24 septiembre, 2019 en Chusma, Citas, Histéricas, Humor, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant

Aún me pregunto cómo han dejado entrar en la ONU y otras sedes oficiales internacionales a una niña participante de un teleconcurso. No me lo pregunto, es retórica.
Todo el mundo sabe y si no mi gato os lo explica que, si Greta (que cada día le encuentro más parecido con Gollum, incluso coinciden las iniciales) no entra en la sede oficial de alguna entidad internacional, seguramente los adolescentes aborregados y de pocas luces que la siguen, tuiteros y feisbuqueros crédulos como niños de tres años, entrarían en crisis de histeria y serían capaces de tirarse ellos mismos gas pimienta en los ojos manifestándose desnudos y bailando algún perreo hortera de marcado carácter infra cultural en algún vertedero.
Por otra parte, además de fea como un Diablo de Tasmania, la Thunberg es terrorífica. Con ella podrían hacer El Exorcista Reloaded, en la que natural e inevitablemente interpretaría a Regan, la niña posesa (Trump sería el figurante gordo que va comiendo un perrito caliente con la barriga asomando por la cintura del pantalón y una camiseta llena de manchas de grasa y ketchup).
Respecto a sus lágrimas, es fea, es antipática y un monstruo de la telebasura; pero eso no quita que a su edad reconozca el nivel de imbecilidad de la humanidad en general y tenga la habilidad de llorar con un mal disimulado histrionismo, por el que sus padres han debido pagar un dineral en una escuela de actores.
Real Cañada temporal
Publicado: 23 septiembre, 2019 en Chusma, Citas, Humor, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant

¿Veis? Miles de barceloneses que han recorrido miles de veces la calle Vía Layetana (ayer domingo se llamó Real Cañada Vía Layetana) y varias veces por semana, acuden como ganado bien adiestrado sin apenas pastores. Conocen bien sus vías ganaderas.
Y así todas las ciudades, y así todos los vulgares, y así siempre.
O sea, estás hasta el coño/cojones de la puta cárcel que es una ciudad como Barcelona y pierdes un día de fiesta paseando por la misma mierdosa calle que has visto toda tu mediocre vida porque te dicen que no hay coches este domingo e ilusionado y obediente te vas a dar un baño de multitud de carne sudorosa en tan pequeño espacio para nada.
Espero que los borregos al final, tengan un trato humano al ser sacrificados; que antes del degüello sean aturdidos para evitar demasiado sufrimiento y su estrés.
Es un deseo puramente cortés, realmente me importa una mierda si los aturden o no.
Amor filial
Publicado: 22 septiembre, 2019 en Amor cabrón, Humor, Maldito romanticismoEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, romanticismo, Ultrajant

-¿A quién quieres más: a papá o a mamá?
-Es que mamá está que te cagas de buena. Haced lo que queráis con papá.
Murf y su cerebro pequeñito
Publicado: 20 septiembre, 2019 en Chusma, HumorEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant

Me jode la cantidad de videos que corren por todos los sitios de internet sobre gatos haciendo genialidades.
Los gatos tienen un cráneo muy pequeño, por lo tanto su cerebro es poco más que la nuez de Homer Simpson; y aunque útil para su naturaleza vanidosa y destructora, no juegan al ajedrez ni desafían a Einstein con teorías revolucionarias.
Murf ha intentado cazar con decisión paranoide la mariposa tras la ventana.
Y ahora pienso en esos supergatos de yutup, feisbuc y otras páginas de video-mentiras y lo mucho que me toca los cojones que al igual que tantos hijos que nacen superdotados hoy día, también ocurre lo mismo con los gatos. Porque raro es el gato o hijo que no es superdotado y que requieren escuelas muy caras para educarlos, ya que los padres no son tan listos como debieran.
Todo lo que sale en videolandia, es magnífico o súper emocionante y súper triste.
Pues mi gato tiene un cerebro pequeñito y es muy capaz de pasar tres horas así de feliz él y así de aburrido yo.
No es que lo quiera menos por ello, sé lo que es un gato con su cerebro microscópico; pero no le voy a prestar atención cuando me explique sus desvaríos sobre las teorías filosóficas de Kierkegard.
Histerias de la corrección de los idiotas
Publicado: 20 septiembre, 2019 en Chusma, Histéricas, Humor, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant

Pues a mí me importaría el rabo de la vaca que Mandela se pintara de blanco marfil, incluso de rosa maricón.
Son tan idiotas que tienen la obsesiva parafilia de hacerse mártires de sí mismos por un insano masoquismo.
Eso y querer ganar más votos y simpatías en las redes mierdasociales.
El Trudeau debería ser presidente de una casa de putas, y que deje la política para hombres y mujeres con carácter y carisma.
Esta sociedad amariconada necesita algo de eficiencia y menos likes de mierda.
Porque está más que probado, que un idiota llama a más idiotas, incluso los multiplica como Jesusito multiplicaba panes y peces en su particular paranoia.
El peso del planeta
Publicado: 19 septiembre, 2019 en fotografía, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant

Todo el peso del mundo cae sobre tus hombros cuando los horizontes trazan indoloramente en las pupilas, perspectivas de grandezas y lejanías de una belleza devastadora para el alma clavada entre los tejidos y los huesos.
Y los cielos prometen tormentos y tormentas, tal vez unas gotas de sangre espesa sobre viejos ojos entornados.
Pesa un millón cuando sabes que no puedes abarcar todo eso, hay tanto espacio y tan poca vida…
Y ese peso te hace pequeño, ínfimo. Un mierda.
Quisieras ser un dios para meter toda esa belleza en una bola de cristal que adorne la vitrina del salón.
Quisieras estar con ella, que te tome la mano cuando sientas que los huesos se tronchan con ese peso.