La erección no es tan simple como un mero deseo sexual o reproductor en los peores casos.
Se puede dar por una buena justicia (una buena muerte o castigo a quien se detesta).
En fin, esas pequeñas cosas de la vida que hacen mi pene lustroso con desinhibido desenfado.
Archivos para febrero, 2016
Esas pequeñas alegrías
Publicado: 29 febrero, 2016 en Chusma, Conclusiones, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
El viejo depósito
Publicado: 29 febrero, 2016 en ReflexionesEtiquetas:Prosa dramática, reflexiones, banalidad, decadencia, vacuidad, estupidez, superficialidad, prescindencia, Iconoclasta, Ultrajant, Pablo López Albadalejo,
Está fuera de tiempo y también de lugar, no cabe en ningún sitio ya.
Se degrada en torno a un mundo colorido, estúpidamente indolente e ignorante de su propia futilidad.
Hay multitud de seres respirando, de cosas ocupando espacio; pero no quiere decir que sean necesarios. Hay errores a todos los niveles, los cósmicos, cosmogónicos y humanos.
Unos piensan en viejos tiempos; pero yo pienso en el presente, en cómo acabar con tanta banalidad, con el miedo pornográfico que los borregos tienen a la libertad y sus palabras.
El depósito ferroviario, no es «vintage», es una bofetada contra los rostros de los palurdos sin cerebro, incapaces de trascender más allá de su vaso de vino, de un condón regalado.
No penséis en el depósito vacío como en la metáfora de los testículos secos, no seáis tan fáciles. Tan previsibles como el propio tren en su camino.
Estoy aquí, nací para explicaros y recordaros que sin vosotros, caterva de mediocres, el mundo seguirá igual, no mejorará porque vuestra presencia no afecta ni para bien, ni para mal. Tal vez, el aire tendrá un aroma más agradable.
El depósito de la estación de los recuerdos ha queda prisionero en un tiempo tal, que si tuviera vida, su salida sería el suicidio. Y el suicidio es cada vez una puerta más dorada, más prometedora…
Fue creado para almacenar agua y se ha convertido en un monumento a la decrepitud.
Es hermoso que sea así, que sirva de mortificación a los innecesarios respirantes. Que dure tantos años deteriorándose, que los estúpidos al mirarlo, se sientan como él vacío de agua.
Ellos vacíos de importancia alguna.
¿Entendéis ahora porque se empeño Cristo-leyenda en ser crucificado?
Quiso ser también un monumento a lo que se degrada y muere sin que ocurra nada.
No había Padre, ni Hijo, ni Espíritu paloma o cordero. Solo el deseo vehemente por hacer
vomitar de miedo al dolor a los idiotas.
Y demostrar con su fracasada e imposible resurrección, que tras una vida de mierda, no hay premios ni castigos, solo la nada.
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.
Hombre duro y dolores
Publicado: 29 febrero, 2016 en Absurdo, Conclusiones, Histéricas, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
Con un dedo, cualquiera. Si es que las poses no engañan a nadie.
De cualquier forma y para recuperar algo de dignidad (la mía tras la tontería), se puede probar a soportar un tatuaje de siete horas a ver qué pasa cuando llegan las agujas al codo y a la muñeca. Se hace en esos momentos apetecible la limpieza y rapidez de un simple tajo.
Y aún así, en las cosas más simples está el verdadero dolor: la uña arrancada del dedo corazón de la mano puso a prueba mi umbral del dolor. Benditos sean todos los analgésicos del mundo.
Una bola de cristal
Publicado: 28 febrero, 2016 en Amor cabrón, Maldito romanticismoEtiquetas:amor cabrón, prosa poética, amor, ilusiones, pasión, tristeza, melancolía, sueños, Iconoclasta, Ultrajant, Pablo López Albadalejo,
Hoy ha amanecido nevando, y aunque la nieve se deshacía al tocar el suelo, sentía estar dentro de una bola de cristal.
Y las golondrinas, las primeras que han llegado, gritaban con tremenda algarabía, muy enfadadas ellas, que si llegan a saberlo, se traen la bufanda de sus regiones cálidas.
Te lo hubiera dicho tomando el café de la mañana y que rieras para quedarme prendido de tus labios durante eones de tiempo y distancia, entre el humo del tabaco, ante tu presencia impactante.
Por extraño que pudiera parecer, me da paz tu presencia, soñarte. Porque eres donde y cuando debería estar.
Es extraño porque en verdad me agitas, me excitas, me provocas.
Solo que ahora, escribiendo, soy la consciente desolación de que es una farsa de mi imaginación (las golondrinas no, te juro que estaban muy, muy cabreadas). Acepto con tristeza la imposibilidad de la escena. No te podía hablar de las golondrinas. Solo veo los copos caer deshaciéndose en melancolía, ahora que anochece, ahora que las palabras que nunca se pronunciaron empiezan a morir ya tristes, abatidas. Cansadas.
Una imagen que no ocurrió, como en las películas donde el protagonista consigue su fin y está dichoso; para enseñarnos luego, que en realidad ha muerto. Y su cadáver yace triste…
Y así, la mañana se ha hecho deliciosamente triste y trágica amándote.
Hay un vacío enorme en la silla que deberías haber ocupado. Las palabras durante todo el día han dado vueltas golpeándose contra las paredes sin saber quién las ha pronunciado, adónde deben ir.
Y tal vez sea verdad que estoy en una bola de cristal, donde nadie puede entrar, ni yo puedo salir.
Solo soy el triste adorno polvoriento en un anaquel.
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.
El animal, de Franco Battiato
Publicado: 28 febrero, 2016 en Citas, Lecturas, Música, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
«El animal que yo llevo dentro, no me ha dejado nunca ser feliz,
me roba todo, hasta el café,
me vuelve esclavo de mis pasiones.»
Murf, imbatible dormilón olímpico
Publicado: 28 febrero, 2016 en Conclusiones, fotografía, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
A veces le pongo un espejo en el hocico para asegurarme que no me dieron un gato tamagochi disecado.
Viejo depósito
Publicado: 27 febrero, 2016 en fotografía, Libros, ReflexionesEtiquetas:arte degradación depósito estación de tren ferrocarril foto Iconoclasta inutilidad Pablo López Albadalejo pasado tiempo ultrajant
Ferrórganos
Publicado: 27 febrero, 2016 en Absurdo, Citas, fotografía, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
El ferrocarril y yo somos parecidos, funcionamos a lo largo del tiempo sin alardes cibernéticos. Solo acero insensible, o tendones y nervios enterrados en la carne que lo parecen: férreos y ajenos a lo humano.
El próximo cambio de agujas se presiente oscuro como boca de lobo.
Forrest Pablo
Publicado: 27 febrero, 2016 en Cine, Citas, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
Ho-ho-ola, soy Forrest, Forrest Pablo. Y mi mamá dice que tonto es el que dice tonterías.
(Mierda, he caído en mi propia trampa, intentemos arreglarlo).
Soy el obsceno rey de las bestias del bosque (¿eso es un oso?). Y digo: el que dice tonterías es un hijoputa con poco cerebro y mucho tiempo libre (coincido conmigo mismo solo en lo de libre).
Buen sexo.
Ateo de mí mismo
Publicado: 26 febrero, 2016 en Amor cabrón, Sin categoríaEtiquetas:amor cabrón, prosa poética, trascender, espacio, tiempo, amor, misión, vida, muerte, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Ultrajant,
¿Y si te digo que en lugar de imaginarnos en un lugar de luz y colores cálidos, de grandes horizontes y suaves vientos, donde te beso desnuda y lánguida entre mis brazos; te imagino jadeando con mi lengua recorriendo tu piel, dejando rastros de posesión y pasión, donde te embisto una y otra y otra vez en un lugar donde no hay absolutamente nada, donde solo existe el brillo de tu piel húmeda, el calor de tu coño y el sonido de tu respiración?
No existe un lugar para tomarte, no existe tiempo ni espacio preciso para fundirme contigo. No importa el infierno o el paraíso si existieran, solo importa que estés.
Eres la hacedora del universo. Y tenerte me hace dios, un pequeño dios.
Contigo el mundo es oscuro y tú eres la única claridad.
¿Sabes qué es trascender? Reconocer que he cumplido para lo que nací: amarte. Tener la mano entre tus piernas sin pudor y tú mantenerlas abiertas con medida y soberbia obscenidad. Cubrir tu clítoris con un dedo tembloroso y soportar el tormento de tu placer, de tu tensión que hace subir la mía.
Trasciendo los límites del planeta y el infinito cuando toco tu alma o tu piel.
No es necesario nada más. Lo sé todo: el origen de toda vida eres tú.
Contigo no hay miedo, no hay nada que lamentar. Porque el mundo, la vida y la muerte, tienen un porqué; no obedece ningún acto al azar o la fatalidad.
Si muero es porque es necesario, porque así lo dispones.
Sin ti no existo, soy ateo de mí.
Soy poderoso en el cumplimiento de mi misión, imparable, insobornable.
¿No te das cuenta que sin ti estoy vacío? Soy el lamento de un ternero que agoniza en arenas movedizas.
Pudiera ser que ya no tuviera sentido mi vida cuando ya te tengo entre mis brazos, que muera porque he cumplido el ciclo. Y estará bien, mi amor.
Así trasciendo, amándote. Cruzando fronteras de sueños, cordura y locura sin temor, sin pensar. Solo soy lo que te buscó siempre.
Una cosa necesaria entre tus piernas, entre tus labios.
Un dios que no cree en sí mismo.
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.