Archivos para abril, 2022

Este titular de enaltecimiento, gloria e ilusión de la prensa prostituta al Nuevo y Normal Gobierno Penitenciario Fascista Español del Coronavirus y la guerra ruso-ucraniana, va a desatar un escándalo por no ser inclusivo. Va a enojar y mucho al Ministerio Nazi Español del Amor.
¿Seguro que han sido solo niños?
Si no es así, por favor, que especifiquen el número de niñas.
¿Cuántos niños y niñas se van a derivar en las escuelas hacia la encantadora homosexualidad?
¿Cuántos están destinados por ley a ser raritos o queer?
Y además, se echa en falta un estudio de cuantas niñas se van a mutilar en el futuro para instalarse una polla en los bajos y cuantos niños se mutilarán para instalarse un coño en el mismo lugar.

Si la hepatitis ha sido una consecuencia del encarcelamiento de la población (confinamiento en jerga nazi), para las próximas olas de coronavirus harán como en China: hambre y campos de concentración llenos de excrementos y barro. Y si eso no basta, los hornos crematorios, la gran solución.

En la guerra hay una libertad salvaje: matar es gratis, un deber. Y se recompensa.
Si te acostumbras a trabajar todos los días como un esclavo, matar será coser y cantar, pura liberación. Solo tienes que romper ese escrúpulo inicial, matar al primero. Y verás que da resultado, no pasa nada. Y a partir de ahí, el placer.
Y nadie te preguntará si lo haces por la patria o por ti mismo. Porque sería estúpido preguntar lo obvio y saber que te mentirán siempre.
Ahí, en el instinto más primigenio de la caza, se encuentra el máximo exponente de la libertad humana.
La más salvaje y sincera libertad.
Lo difícil será cuando acabe la guerra: dejar de matar, perder la libertad.
Y es que no solo sale gratis matar en la guerra: ¡Te pagan por ello! (muy poquito, pero menos sería una mierda).
Con razón las guerras se hacen tan largas; perder esa libertad salvaje es volver a la aniquiladora y gris mediocridad. Y que tu vida deje de estar amenazada es un aliciente menos para la emoción vital. Se vive más tristemente viajando en metro con un bozal de perro obediente.
En definitiva, arma a un mediocre analfabeto y tendrás en pocas horas a un obediente y fanático asesino. Si le añades inteligencia, tendrás además a un héroe carismático y amado por todas las mujeres y algunos hombres, claro.
Por ley, por la patria es lícito matar. Y esto es la verdad irrefutable.
Y la otra verdad universal es que un ser humano que mates, es un ser humano menos que deseará matarte. Estas cosas funcionan así. Quieras que no, matas.
Así que toda esa mierda hipócrita de “crímenes de guerra”, solo se aplica a los que han perdido la guerra para encerrarlos largos años, matarlos o simplemente humillarlos como si fueran asesinos monstruosos.
Los exterminios automatizados y mecanizados, como eran los de la Alemania Nazi, es otra historia que trasciende a la guerra, otra dimensión más aberrante. Y son criminales de guerra también (ahora sí) muchos países y su permisividad mirando a otro lado (entre ellos los curas del Vaticano), o que lo negaron, o dijeron ignorar. En Nuremberg hubo muchos asesinos sin juzgar por aquel genocidio. Y también hay muchos criminales de guerra libres o no juzgados, próceres ejemplares de otros lugares y tiempos.
Pero como soldado… ¿Cómo no matar con emoción y precisión (si puede ser) a otro?
En tiempos de paz, la hipocresía, la cobardía y la mansedumbre campan a sus anchas como las ratas en un vertedero.
Es la guerra, tú no la pides, te llevan. Así que tranqui, haz tu trabajo y disfruta. Porque luego vendrá la misma vida, la misma grisentería que hace del aire algo sucio que no puedes evitar meterte en el cuerpo.

Iconoclasta

Al menos, el Nuevo y Normal Gobierno Penitenciario Fascista Español del Coronavirus y ahora también de la guerra ruso-ucraniana, ha conseguido ser líder en algo.
No es para tirar cohetes, más bien para cagarse en Dios.
Pero valga decir que un país miserable, merece un presidente miserable.
O un presidente miserable, hace a un país miserable.
O como son miserables los dos se compenetran, se aplauden y obedecen en la enfermedad y en la pobreza, como un idílico matrimonio (el estado maltratador, of course).
No sé… La cuestión es que España come mierda gracias a un Nuevo y Normal Gobierno Penitenciario Fascista.
Esta noticia a Diario 16 le podría costar un disgusto dada la dictadura española.

Estaba cantada la estafa de la dictadura china y su genocida encarcelamiento contra la población.
No es coronavirus de mierda, es el nazismo chino y su guerra contra occidente. Mientras tanto, Rusia en Ucrania hace de biombo a la dictadura china y sus primeros pasos hacia la guerra.
Como siempre, el pueblo es el primero en morir y los nazis y otros dirigentes de las pseudo democracias occidentales, los primeros en enriquecerse.
La misma mierda invariable en la historia.

Nadie sabe nada de nadie. Y por suerte es innecesario ese saber.
Habitualmente, cuanto más sabes menos te gusta.
Mejor no preguntar.
Mejor aún, callar.
Callar está bien, es relajante, te libera de presiones, te hace indiferente a todo. Y el pensamiento se inquieta menos.
Y por eso ocurre que, cuando una simple brisa me acaricia la piel, los brazos, el rostro sudoroso, la espalda al filtrarse el aire fresco juguetonamente por entre la tela; de una forma instintiva pienso que es un consuelo.
El planeta, su departamento del cariño, me dice que ya está, que todo fluye en la dirección adecuada, que me abandone a ella. Que descanse.
Y es tan agradable y sensual la caricia, que se me pierde un latido cuando demasiado relajo incluso el corazón.
Has de hacer las cosas bien, el follar o el matar, el trabajo o el reposo.
Por eso me quedo en equilibrio al filo de la muerte y la vida cuando la brisa susurra ternuras en mi carne.
Sería el mejor momento de mi vida para morir. Tranquilo, sereno, satisfecho, incluso feliz. Sin cansancio, solo porque ya está todo hecho; o dulcemente vivir. Así…
Cierro los ojos para ver la luz dentro de mí. Siempre almacenamos un poco de sol aunque no queramos. Cualquiera que ha vivido momentos de hermosa soledad e intimidad lo sabe.
Imagino que esa luz sirve para no perdernos dentro de nosotros. Saber que aún estamos vivos cuando desparecemos tan plácidamente la faz de la tierra al meternos dentro de nos. Tan plácidamente como yo escribo esto, sin ser consciente si estoy dentro o fuera de mí.
Si acaso, solo el movimiento de los vellos de mis brazos, me indica que mi cuerpo está allá fuera. Que aún siente la caricia del departamento planetario del cariño.
Puedo seguir un rato tranquilo, si le ocurre algo malo a mi piel lo sabré.
Que me quede dentro de mí, si me place; me dice la brisa.
Tranquilo, pasará lo que deba, susurra con un cariño.
Y me quedo.

Siempre solo y con placer: un servidor (no sé quién soy, mejor no preguntes).

P.S.: No tardo, cielo, sabes que no puedo estar mucho tiempo sin ti.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

Cada vez que el Nuevo y Normal Gobierno Penitenciario Fascista Español del Coronavirus y la guerra ruso-ucraniana decreta o informa, asusta a la población.
Todo el mundo sabe que un dictador abre la boca solo para prohibir. Es lógico que la gente asuma que se vaya a prohibir la cerveza o el vino en los menús de los restaurantes, dado el nivel de presión tiránica del estado español, en el que:
Se sigue prohibiendo respirar libremente, miles de trabajadores han de usar bozal (mascarilla en argot nazi) toda la puta jornada, cuando a los niños se les ha dado una bula en los colegios para dejar de usarlo.
Se ha penalizado con impuestos criminales de usura el consumo de refrescos y de dulces. Se hace campaña doctrinal contra el consumo de carne y otros muchos acosos y represiones más.
En España se prohíbe la libertad alegando que es enfermedad.
Dado el historial delictivo contra cualquier derecho biológico humano de la Nueva y Normal Dictadura Española (marzo 2020 hasta el presente), es lógica la alarma creada por el anuncio de la Sanidad Nazi Española sobre el vino y la cerveza en el menú.
Si a mí me llegaran a prohibir mi placer de fumar, le pego fuego al mundo.

Pues no imagino como debía ser su Plaza de San Pedro, el alborozo y las carrozas pletóricas de tipos calzados con super plataformas y el culo al aire.
Bueno, seguro que no perderá muchos privilegios porque nadie está libre de ser sobornado.
Es solo una noticia, de tantas intrascendentes, para hacer sentir a la chusma que no hay privilegios y toda esa mierda de mentiras políticas.

Pues al ucraniense solo le falta subirse a un púlpito y golpearlo con el puño bien prieto gritando ¡Apocalipsis!
El sistema global se puede ir a la mierda con todos sus putos fascistas del coronavirus, igual que se ha ido a la puta mierda el “sistema democrático”, si es que alguna vez existió en Europa, y mucho menos existió en repúblicas bananeras como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, etc…
En fin, que para predicar del pasado, mejor te compras un libro de historia.
La sed de dinero y fama siempre es fuente de indignidades.
Luego pasará la batea de las limosnas entre los fieles, claro.

Hortaliza muy de moda entre las clases políticas neonazis de los estados del coronavirus que, florecieron en marzo del 2020 más o menos a nivel mundial y sobre todo, ibérico. Y que fueron y son autoras del acoso, represión y humillación contra la población.
En todo momento los jerarcas y burócratas se la meten en el culo por gusto y para que el populacho aprecie las divertidas propiedades que posee. Y así la chusma deje de comer tanta carne y lograr que se haga aún más obediente y más mansa si ello fuera posible (de ahí, que para no herir sensibilidades pueriles de políticos, ciudadanos y mari… gays, se escriba ahora “hanalfabeto”; erradicando así el feo y escatológico prefijo “anal” de “analfabeto”).
Y es que una dieta rica en hortalizas y otros vegetales y pobre en carne, crea los más apreciados ejemplares de ciudadanos vacunos o cabestros.