Archivos para abril, 2019

Lo más cansino de unas elecciones son las pajas que se hacen sin pudor los representantes de los partidos políticos, tanto los “ganadores” como los “menos ganadores”.
Y la chusma lo disfruta. No entiendo ese gusto tan asqueroso por el sexo sucio de políticos y sus últimas eyaculaciones faciales eufóricas. Yo me lo paso mucho mejor con la pornografía de lesbianas, soñando con ternura que entre las dos me follan y así, tras conocer lo que es un hombre de verdad, se convierten en mujeres decentes.
Es que a mí eso de los gran bangs y los cums faciales de políticos y otras especies de gentuza, me da mucha grima. Soy un hombre muy sanote y simple con sus gustos.

Hoy es día de elecciones. Como es habitual, muchos tendrán miedo (lo tienen desde que supieron que se aproximan elecciones) a que gobierne el partido contrario al que votarán.
Lo pasan mal los buenos ciudadanos integrados en su sociedad.
Tanto como en un partido de fútbol.
Yo no perderé mi valioso tiempo, la democracia y como está legislada hoy día es un timo.
No es agradable, es una aberración y un insulto para la inteligencia y la dignidad que el voto de un analfabeto, borracho o yonqui tenga el mismo valor que el mío.
Y como esta atrocidad de la igualdad de votos sean de quien sean se acepta con alegría por todos los partidos políticos que juegan, afirmo con absoluta vehemencia que todos esos partidos políticos son una piara de cerdos vendiendo culo y coño por un rentable cargo de diputado, tirando bajo.
Así que mejor se metan sus papeletas por el culo y voten de mierda también.
Yo no tengo miedo. Salga quien salga, será un buitre que me joderá con impuestos y más putas leyes que los protejan.
Eso sí, siempre hay algunas políticas electas por las que vale la pena emplear tiempo en masturbarse.

-El bebé ha nacido muerto. Sus piernas no se habían desarrollado y los dedos de la mano izquierda estaban fundidos entre sí.
Mi amigo prosigue con la horrenda descripción de su hijo muerto.
-Lo de muerto no tiene arreglo; pero aunque solo sea para que quede bonito y presentable durante el entierro ¿no le podrían grapar unas piernas de esas que deben tener amputadas de otros bebés? Simplemente algo decorativo, para que no resulte tan sórdido el bebé. Ya sabes, luego cuelgan su foto en insta o feis y no queda nada bien.
Es tan repugnante, tan cruel y extraña mi respuesta y reacción a su desgracia que, por un momento me mira atónito y con odio; agresivamente. Pienso que si además de tener un hijo muerto, le voy a tener que partir la cara si se pone violento.
Sin embargo, de repente arranca a reír con histéricas carcajadas. Y no estoy seguro de que llore solo de risa. Los clientes de las mesas vecinas nos lanzan miradas curiosas, debemos parecer dos maricas discutiendo.
Yo sé de estas reacciones, estoy entrenado y curtido en la muerte de seres queridos.
Para la muerte de los seres odiados o que simplemente no conoces, no se requiere entrenamiento: te ríes de una forma sana, distendida y feliz de verdad.

Iconoclasta

Debido a la patética cultura cinematográfica, cine de serie sub Z para fines de semana chungos y sin dinero; muchos hijos han desarrollado miedos cuasi patológicos por payasos, muñecas viejas de porcelana y cajitas musicales sorpresa.
Y se les llena la boca de orgullo cuando te dicen que su hijo es taaaaan especial en sus miedos, talmente un prodigio (que viendo a los padres se hace absolutamente inverosímil).
Los hay que incluso de mayores, en una partida de póquer tiemblan inconteniblemente porque tienen un joker o comodín en su mano.
Pues como estoy hasta el asco de tantos miedos exóticos, he decidido (si fuera posible que tuviera miedo) aterrarme por los osos panda.
Cada vez que vea uno en una de esas sensibleras noticias televisivas, me cagaré encima de miedo y así seré especial.
Acto seguido actualizaré mi estado en feisbuc contando con pelos y señales el mal rato que he pasado y lo que se me han aflojado los intestinos. No hay nada más malvado y que dé más mal rollo que un oso panda llevándose a la boca esa obscena caña de bambú. El mal en estado puro.
También he sopesado aterrorizarme ante los negros albinos; pero me tacharían de negrófobo y no me darían un puto like, de esos que van muy bien para limpiarse el culo.

En Telegramas de Iconoclasta.

Exactamente, a eso me dedicaré con todos mis esfuerzos: a enseñar a leer a los subnormales que sueltan sus mierdas de mensajes que asumen como verdades de las buenas.
No jodas…
El que es imbécil, por mí lo puede seguir siendo hasta que le peguen un tiro o se muera de viejo, me suda la polla.
Identificar la mentira es lo más fácil de este mundo si no se tiene alguna lesión o defecto cerebral. Y si se tiene, sería cruel frustrar al tarado.
Tengo buen corazón.

Tras esta santa semana que he estado recluido en una celda de un monasterio, pagando una buena pasta por un catre frío y duro y unas comidas misérrimas; he reflexionado con la calma de la contrición: ¿Es Dios hermafrodita? ¿Satisface así a machos, hembras y a las ambigüedades de género por igual?
Pero… ¿Cómo gestionar y comprender eso tan raro que es la Virgen: mujer, madre con un himen inmaculado, perdidamente pobre y que en algún lugar de la biblia perdió misteriosamente a José su marido, para mortificarse por su hijo con una parafilia sospechosamente fetichista? Pobre mujer… Es algo que no da sosiego. No da paz alguna, a menos que estés realmente enfermo.
Bueno, al final, tuve que dejar mi celda en el monasterio porque tras tres larguísimas y claustrofóbicas (nunca mejor dicho) horas, ya estaba curado de todo mi estrés si lo hubiera tenido. Lástima que pagué por adelantado cuatro días de pensión completa.
Soy tan inquieto…

Crónica eterna e inmutable en el tiempo.
(Léase cada año sin perder actualidad)

Es un día especialmente molesto y peligroso.
Molesto porque quien no lee ni media página de literatura en todo el año, se convierte en un ávido lector y un intelectual radical en este día. Y son miles los que forman muralla ante los puestos de venta para comprar absolutamente nada e imposibilitar ver las portadas de los libros malos, vulgares y baratos que se venden hoy a precio de plata de ley con un cuantioso descuento mentiroso.
Peligroso porque los vendedores de rosas payos y gitanos, los estudiantes de escuelas e institutos y los mendigos te obligan con la hostilidad de una sonrisa paranoide y feliz a que compres una rosa, con la amenaza implícita en la mirada que dice: si no me la compras te meto el tallo espinoso en el culo con la bandera catalana y la espiga de trigo que decora la rosa incluidas
Rosas que cuestan como poco siete veces más que en cualquier otro día.
En lo que a mí respecta, no me molesta porque compro libros durante todo el año, no espero a fechas de casposas tradiciones mercantiles y por lo tanto no pierdo mi precioso tiempo delante de puestos llenos de culos que esconden libros. Cuando se retiren todos esos saldos de libros de Sant Jordi, dentro de dos o tres meses, compraré alguno que tengo en mente.
Y no tengo miedo a los injertos florales anales porque mi culo es hermético y de una sola vía: de salida. Hasta tal punto, que de pequeñito me tenían que administrar los supositorios por vía oral con un tenedorcito de postre.
Es decir, soy 100% macho.

Iconoclasta