Estoy confuso, el sueño debería dar un descanso, pero me despierto agotado.
Dormir pegado a quien amas, no es una buena forma de relajar ese músculo cavernoso que se lleva toda la sangre, incluida la de mi cerebro y hace de la cama una tienda canadiense de montaña. Con su pararrayos y todo. Es agotador y peligroso ser tan macho. Y la hermosa durmiendo tan tranquila como si no hubiera tremenda erección a su lado.
No sé si cortarme las venas o dejarlas largas.
Qué ingrato y árido resulta a veces ser tan macho…
Archivos para marzo, 2014
El sueño y su fatiga
Publicado: 31 marzo, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
666 la rotunda sinceridad
Publicado: 29 marzo, 2014 en TerrorEtiquetas:crueldad, diablo, dios, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, religión, sinceridad, soledad, terror, Ultrajant
Una vez has acuchillado a Dios cincuenta veces, te has de asegurar que no siga despidiendo su «sagrado hálito» mierdoso. Acerca un pequeño espejo a su boca para asegurarte que no se empaña de su «celoso» aire vital y arráncale con él sus fríos ojos muertos.
Y haciendo todo esto y eyaculando en su sacratísimo rostro, no obtendrás ni a diezmillonésima parte de placer que él obtuvo jodiendo tu vida y la de billones de seres.
Con el pijo aún húmedo, sigue caminando solo, como en definitiva has caminado por la vida. No te apartes de la Vía Solitaria o encontrarás falsa amistad, falsas sonrisas y falso amor.
Llegarás directamente a Mí, y te descuartizaré ante la sonrisa de tu esposa que me estará metiendo un dedo en el ano para excitar mi diabólica próstata. Seré Yo quien diga que he acabado con el cochino Dios.
Y por una vez en tu vida, habrás encontrado conmigo la más pura y rotunda sinceridad.
Tu hija, a propósito, está clavada a mí, ensartada por el coño con mi pene que le ha destrozado el intestino grueso y fracturado su cadera. Está muerta, claro.
Me reconocerás porque soy un Dios Negro en toda su infinita crueldad y porque caminaré con el cadáver de tu hija aún enganchado a mí, destrozando su muerta cabeza caminando por este pedregal.
Ya sé que no te importa demasiado, quien mata a Dios pierde todo lazo de unión con el resto de los primates, sean hijos o padres. Solo quería ser desagradablemente vanidoso y sincero hasta la podredumbre.
No quedará nada de ti, ni un recuerdo delirante por haber matado a ese puerco Dios.
Sabía que no saldrías de la Vía Solitaria, nos vemos en un segundo.
Siempre sangriento 666.
Iconoclasta
Tarjetitas de la sabiduría de Iconoclasta 15
Publicado: 28 marzo, 2014 en Humor, Lecturas, Manuscritos, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, manuscritos, notas, Pablo López Albadalejo, sabiduría, sarcasmo, tarjetas, Ultrajant
Tarjetitas de la sabiduría de Iconoclasta «touch»
Publicado: 28 marzo, 2014 en Humor, Lecturas, Manuscritos, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, lecturas, manuscritos, obsequio, Pablo López Albadalejo, provocación, Reflexiones, Tarjetitas de la sabiduría de Iconoclasta, Ultrajant
Las Tarjetitas de la sabiduría de Iconoclasta ya no son virtuales. Ya se pueden tocar, doblar, usar como papel higiénico de emergencia, etc…
Indefensa ante el volante en Binibook
Publicado: 28 marzo, 2014 en LecturasEtiquetas:binibook, descargas, escritor, lecturas, literatura, Pablo López Albadalejo, Relatos de Iconoclasta, Ultrajant
Mi pésame de mierda
Publicado: 27 marzo, 2014 en ReflexionesEtiquetas:chusma, crítica, ensayo, humanidad, Iconoclasta, ideólogo, juez, mandatario, Pablo López Albadalejo, político, reflexión, Ultrajant
Adolfo Suárez fue un presidente español que tras la muerte de El Puerco (Franco) negoció la democracia con militares y terroristas.
La prensa habla de su coraje y firme convicción en la libertad y el respeto, ya que fue el primer presidente de la democracia.
Y una mierda.
Como todo político, estaba aquejado de mesianismo patológico (patológico para los demás, claro).
Como cualquier político o ideólogo de mierda, vació el vientre de tripas de los mejores individuos para someter a la chusma.
El político y su ambición, sopesan con tranquilidad mientras eructan, la conveniencia de que hayan miles de víctimas necesarias para conseguir un fin.
Un político o un juez, son seres dispuestos a asesinar en masa o de forma arbitraria a decenas de miles de ciudadanos. Nacieron con un grave problema de ambición y envidia.
Ningún cabronazo de este tipo, sea comunista, fascista, revolucionario, moderado, liberal o extremista va a sentir piedad por la gente que encierran, arruinan, asesinan y controlan.
Así que me lustro el nabo con todas las bondades que les achacan y su coraje y valor excrementicio.
El Adolfo, murió sin saber qué era y lo que hizo, murió sin distinguir entre cagar o mear y si meaba usaba la fregadera de la cocina.
Es maravilloso que haya muerto vacío completamente. E imbécil.
Todos tendrían que morir así. Que todo el mal y los abusos que cometieron, se fueran directamente de la cloaca de su cerebro a la nada.
Los políticos y jueces deberían ser infectados de alzheimer a los cuarenta y cinco y que así se pudran como un pequeño asomo de venganza a todas las vidas que han destrozado y siguen arruinando.
Si hay españoles comiendo mierda, a cerdos políticos se lo deben.
Y digo españoles, porque de un iluminado muerto español va este artículo.
Hay decenas y decenas de mandatarios que no deberían estar vivos, a los que deberían recogerle las heces sus hijos o una enfermera en un manicomio.
Y lo peor de todo es que la chusma que han aplastado, le despide con lágrimas, cariño y honores que tienen metidos en el culo en forma de hemorroides.
El alzheimer debería afectar al 95 % de la población mundial y que se conviertan en simples cerdos revolcándose en la mierda de su pocilga que nadie limpia.
Con las banderas me limpio el culo y con la degeneración física y mental y muerte de un político, obtengo un breve asomo de justicia.
Pero mi placer anal y sentido de la equidad lo orino con molestias, cuando cientos de miles de subnormales lloran la muerte de su sodomita.
La humanidad solo merece radiactividad en dosis masivas, para que se haga estéril y muera pronto.
Ahí va mi pésame de mierda.
Iconoclasta
La sintaxis del infoamor
Publicado: 26 marzo, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Una decena o más (cuantas más, más pasión hay) de «s» precedidas de cualquier otra consonante, es como orina de gato o gata en celo. Si no follas con este elemental lenguaje, únelo a un video de trova o romántico de yutup. Y si aún así no mojas a quien debes, siempre os quedará el platonismo. O lo que es lo mismo, pelársela uno mismo.
Hay algo que se llama logopeda…
(Aún no estoy acostumbrado a mi asombroso ingenio).
Aislamiento y su estado
Publicado: 26 marzo, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Soy el estado sólido de la propiedad aislamiento. Y el aislamiento es una firme voluntad de no oír, no ver, no hacer, no amar.
Casi siempre me equivoco, pero comparado con el resto de la humanidad, sigo siendo el estado sólido de la propiedad aislamiento.
Carezco de elementos conductores para la empatía y la compañía.
Soy el estado sólido de la propiedad aislamiento, no soy perfecto, porque sigo siendo conductor del odio y el desprecio.
Nadie es perfecto, qué le vamos a hacer.
Aún así sigo siendo el estado sólido de la propiedad aislamiento.
Y también de la redundancia.
Nadie es perfecto, qué le vamos a hacer.
Soy el estado sólido del alzheimer…
Mierda.
Sudor y podrido
Publicado: 26 marzo, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Uno suda y se la suda todo. Al final, nadie conseguirá que vaya al baño. La ducha no limpia por dentro, donde se encuentra lo podrido, como huevos que nos inoculan y no eclosionan, solo se pudren.
Dureza tumoral
Publicado: 26 marzo, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Está dura y no sé donde meterla, no encuentro lugar oscuro y húmedo.
La pierna y su rigidez tumoral.
Ni que fuera mi pene…