La prensa o BOE, del estado penitenciario fascista español homosexual sanitario, continúa proclamando por orden del Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario el apocalipsis climático. Para que todo español sepa que el timo del cambio climático y su ruina para la clase baja o trabajadora, no cesará jamás. De repente, resulta que las tormentas de verano, son las nuevas amenazas del fin del mundo. Eso cuaja bien en los cerebros pobres y faltos de memoria de los votantes españoles. Seguro que se están mordiendo las uñas acojonados en sus balcones, esperando que los encarcelen y arruinen con fervor religioso. La falta de inteligencia no es algo de lo que sentirse orgulloso. Ni la mansedumbre bovina. Ni sus aplausos al caudillo.
Pues vaya… Unos droncitos hacen que se cague por la pata abajo el Estado Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario. Jodiendo por ello a miles de pasajeros. Con lo grandes que son los aviones y tan pequeñines los drones… Pudiera ser que fueran cerdos volando y los controladores de vuelo enchufados por la corrupción del estado no los saben distinguir. O bien, podrían ser auténticos transfomers, de esos camiones de basura que se convierten en naves espaciales con cañones láser y la hostia puta de armamento. Si al Estado Español, además de Penitenciario Fascista Homosexual Sanitario, habrá que colgarle el ministerio de lo Cobarde también. Qué indignidad…
Al salir más barata la energía con las centrales nucleares, el Estado Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario, no podría justificar sus ya famosos decretos de “días difíciles, inviernos duros”, para arruinar al trabajador. Y humillarlo a comerse su propia mierda. Si un gobierno no tiene sutilidad alguna para realizar sus timos, es porque carece de ingenio; lo que gana robando es la suerte del subnormal que “dure lo que dure”. Y ni que decir tiene, que España sigue siendo el país provinciano tercermundista de Europa. Es algo que no puede evitar, es genético en la raza española.
El estado penitenciario fascista español homosexual sanitario, continúa usando el futuro como estafa y estrangular el presente. Dice investigar el futuro mientras la gente pasa penurias en el presente. Es algo común en España, es el modus operandi, ya metido como un cáncer en la genética de los políticos, auténticos Francos estafadores en potencia. El futuro se lo pueden meter en el culo, que les gusta mucho. Deberían trabajar el presente; pero en España y sus taifas nazis ignorantes, a nadie le llama la atención. El español es un pueblo adaptado al fascismo, al falangismo, al franquismo, al sanchismo, etc… Es un burro que camina o revienta, según dicte el amo. Los Santos Inocentes, que verdad de película. Y qué actual… Los Santos Inocentes obligados policialmente a usar aún el bozal (mascarilla en jerga nazi) en el transporte público, como animales enfermosos y rabiosos…
Y es que con tanta censura y puritanismo en el cine, literatura, televisión e incluso en sus propias casas que le dan las gracias por los alimentos que van a comer al Nuevo y Normal Caudillo Español Penitenciario y Fascista; cuando ven la oportunidad de follar lo hacen sin contemplaciones, mal y con prisa; ante el temor de que la policía derribe la puerta del apartamento o habitación de motel de un momento a otro por el chivatazo de un vecino delator pro nazi. Es lo que pasa en un gobierno fascista, o te das prisa en follar o se te atrofian los genitales con los héroes Marvel, las niñadas de Disney o bien con los evangelios del homosexualismo, lesbianismo, transexualismo y qüeerismo. Las prisas nunca son buenas. Aunque no veo porque solo las mujeres han pillado ladillas, gonorreas y cosas de esas, los machos seguro que son lo suyo de sucios ¿no? ¿O todo el mundo es homo ya y se habla específicamente de las mujeres lesbianas? Es todo tan complicado en un estado fascista doctrinal y yo tan simple, tan ingenuo… Lo de “espectacular” tampoco lo entiendo, ¿Acaso bailan en público sin bragas para mostrar con orgullo sus enfermedades?
Se aproxima el recibo del gas de septiembre del glorioso y fascista 2022 español: y volverá a ser el triple de caro que el año pasado ¡aún en verano! El Estado Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario, está cometiendo el mayor robo y timo del siglo contra la clase baja trabajadora. La secta fascista del cambio climático, con el Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario como sumo sacerdote y hacedor de decretos nazis, asesina literalmente a la masa trabajadora. ¡Y les dice a los crédulos votantes subnormales que es por Putin!🥰😀😀😀😀😷☠️ Muchos trabajadores van a tener que elegir entre comer sus propios excrementos o usar la calefacción. Y claro, España y sus taifas es ya ejemplo en Europa de lo muy bajo que puede caer la economía de un narco estado gobernado por ladrones. Ladrones, cuyo afán es indultar a sus cómplices al precio que sea; para cuando ellos sean juzgados. Las ratas cuidan de sus crías. España, como en tiempos de Zapatero, vuelve a estar en la champions ligui de la economía mundial ¿eh? 😬😋😀😀😀😀
Hay un hospital donde los bebés yacen muertos en sus cunas. E incorruptos. Parecen de marfil. Un gélido marfil. Tienen las manitas abiertas, esperando que alguien se las tome. Solo una simple calidez, no piden demasiado los bebés muertos. Puede que pidan un alma, nunca se sabe. Y la verdad es que lo muerto no pide. Alguien decidió que no se merecían este mundo, este momento. Y tuvo la piedad de no darles alma. Seres perfectos en sus formas. Enternecedora y angustiosamente vacíos. Esculturas esperando el soplo de vida. Nadie sabe de qué color son sus ojos. Si los tuvieran. ¿Se secan los ojos si no se usan? Y el corazón tan coagulado… Pobrecitos míos. Es la Unidad de Neonatos más triste del Universo. El director del hospital de los bebés sin alma, pensó que sería dramático que un día abrieran los ojos y se encontraran en una triste y tétrica habitación de museo. Y mandó pintar las paredes y cunas en tonos pastel de verdes, azules y amarillos. Luego, encargó pegar vinilos de delfines, elefantitos, borreguitos y patitos. El consejero delegado, ordenó que se pintaran cenefas de pequeños ataúdes blancos porque la vida es muy puta y nunca se sabe si un día tendrían su alma. El director le encargó el trabajo a un pintor triste y de confianza. Acabado el trabajo se suicidó. Y sobre cada cuna colgaron un carrusel de juguetitos en miniatura que al girar, tocaba la nana de los bebés muertos. Porque si alguno llegara a abrir los ojos, que lo primero que viera fuera algo bonito como él. Nadie quería entrar en la triste habitación de la más tierna y perfecta tragedia. Sin embargo, nunca se supo quién, alguien limpiaba el polvo de sus cuerpos de marfil suave y frío regularmente. Aquel que decidió que no se merecían nacer en este mundo y momento, en algunas noches cuando apenas había nadie en el hospital, se sentaba en una mecedora en el centro de la guardería muerta y fumando imaginaba como crecerían, lo que serían, qué harían y sus risas cuando tuvieran alma al fin. Pero un día decidió al fin que no podían tener alma porque llegaba la extinción. Se fumó un último cigarro meciéndose silenciosamente entre los bebés muertos mirándolos con sus ojos terribles. Tarareaba una desgarradora y gutural nana, cerrándoles el paso a la vida. Sería una crueldad darles un alma para morir sin apenas abrir los ojos. Y salió de la guardería arrastrando su mecedora. Inundaron la sala de los bebés muertos con fuego que los incineró lentamente sin violencia, como si las llamas los abrazaran y besaran. Incluso la nana de los bebés muertos que surgía de los carruseles ardía en el aire como una guirnalda negra. Fue el último acto de piedad en La Tierra. Aquel que decidía sobre las almas y la vida, bajó al infierno. Su hogar ardiente. Y luego, despareció todo; toda alma y todo cuerpo que se movía en La Tierra.
Esa libertad e impunidad que da la guerra para vivir y matar indiscriminadamente debe ser tan maravillosamente adictiva… Yo quiero… Solo debes pensar que estás prácticamente muerto. Y todo aquel que mates, es un placer que obtienes antes de que tu cuerpo empiece a pudrirse. Es mejor que follar. Después de pasar decenas de años encerrado en una ciudad-pocilga, acosado por los sebosos cerdos del estado como presidentes, ministros, jueces, policías, sacerdotes, etc… La guerra y su salvaje libertad de matar a quien te plazca y que además te paguen (lo que sea por ello), es un auténtico oasis en la vida. La definitiva culminación como ser humano. Matar y saquear… Para correrse. No le veo dignidad ni ventaja alguna a la cobardía del pacifismo; pero entiendo perfectamente que los borregos balen cuando sienten a los lobos. Al final, después de tanto conocimiento y sabiduría, resulta que lo que más ansío ahora es un guerra; sin importar cuanto pueda durar yo en ella. Cualquier cosa que destruya esta sociedad podrida y sus habitantes, es mejor que vivir como un triste puerco bañado en mierda, controlado por las asfixiantes leyes de jerarcas, sacerdotes y jueces hijos de puta. Todo el puto estado muerto y los que lamen sus genitales también decapitados. Hemingway sabía bien lo que decía. En una película alguien llevaba un collar con orejas humanas cortadas a los que asesinaba o cazaba, yo no lo llevaría por lo maloliente; pero me hace sonreír con ternura. La joie de vivre… C’est la vie.
El dictadorcillo galo no se corta un pelo y dice, al igual que el Caudillo Homosexual Español, que los franceses van a comer mierda también en esos días difíciles que tanto predica el fascismo europeo y el africano como el de España.
La abundancia se acabó, excepto para el Caudillo Macron, que necesita comer mucho para seguir siendo un buen y gran fascista estafador. Talmente como los «días difíciles» que decreta cada mes el cabrón Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario.
Ambos caudillos son culo y mierda.
Los maricas fascistas tienen una retórica lírica y dramática al más puro estilo Lo que el viento se llevó.
Es lógico que el Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario y el Caudillo Macron sean novias, una parejita de hecho en el nauseabundo mundo de las dictaduras.
El río baja turbio, que es el color de la vida por mucha muerte que arrastre. El color de mi vida y mis muertos. Y se me detiene un segundo el corazón ante las aguas tan opacas, tan barro. Como si la sangre se hubiera achocolatado también. Pienso de un modo natural que las tragedias son contagiosas. Sin acritud, es un hecho. Es un buen color, el color menos mezquino. Las termitas humanas quieren colores más alegres y claros en su ropaje para reflejar la luz del sol y evitar un poco de calor en su hacinamiento paranoico y devorador. El río arrastra el polvo y las cosas calcinadas por el verano; con todo ello hace una sopa ruidosa y fría, con los cadáveres y trozos de árboles muertos. Y limpia sin cuidado ni alegría, los rostros a las piedras que sobresalen con su tez dorada por el sol. Rostros de granito sin alma que el verano ha quemado. El sonido del agua es la urgencia por llegar al mar. Una alegría y un llanto… Le ruge el caudal a los recodos y los cantos rodados que dejen paso. Y les canta un adiós y hasta nunca jamás, porque el agua pasada es tiempo muerto ya. Solo provoca unas lágrimas de pérdida íntima si estás lo suficientemente cerca para escuchar el río y a nadie más. Un agua empuja a otra y los patos, canoas vivas, incluso nadan contra la corriente si así les apetece; como a mí siempre. Jodidos patos malhumorados… No se quejan de los cadáveres, ni de lo turbio. Ni siquiera se quejan, hacen lo que quieren y lo que deben. Yo no siempre. No tengo la suerte de ser siempre pato. Pero mejor bajo la lluvia que bajo el techo. Mejor el rayo que la lámpara y mejor el trueno que la música. Mejor empapado que seco. Mejor partido que humillado. Soy de naturaleza asilvestrada, no puede hacer daño. Y que las lerdas y lentas babosas, caracoles indigentes, se arrastren por la tierra jaspeada de chorros de agua brillantes que se pierden mágicamente entre la hierba para enfriar el infierno. Las ninfas están sobrevaloradas y los diablos olvidados. Yo soy la turbia justicia de los tristes. Pareciera que el otoño se asoma secretamente camuflado ente las nubes, observando en qué estado ha dejado el planeta el verano, su enemigo mortal. Le han sentado bien las vacaciones; porque una repentina brisa fresca evoca una risa satisfecha y despreocupada. Antes de que un rayo de sol consiga destripar una nube, me dice retirándose sigilosamente: “Mantente vivo, no tardaré en llegar. El maldito verano está acabado, muerto. Te lo digo yo”. Le digo que vale; pero que no me queda mucho tiempo, y soy algo que el río quiere arrastrar. Lo dicen sus aguas al hacerse espuma contra un roca, lo que le pasará a mis sesos muertos. Sinceramente, no me voy a estresar por vivir, soy un recio de piel gruesa y curtida. “Pues si encuentro tu cadáver lo cubriré de hojas y te pudrirás en la tierra, soy bueno en lo mío”. Le doy las gracias por educación, porque me importa literalmente una mierda lo que le pase a mi carne muerta. Mientras no duela, me suda la polla. Y que los patos, si quieren, pellizquen mi carne tan encantadoramente malhumorados. El otoño es un buen tipo, pero con hipertrofia de ego. Mi ego va río abajo, a veces me desprendo de él si me place. Puedo ser absolutamente ajeno a mí mismo. Incluso no puedo evitar ver mi cuerpo golpearse contra las rocas y luego llegar al mar partido. Soy un delirio mudo. Mi pensamiento es turbio, tiene el color de la vida, aunque no quiera.