Archivos para marzo, 2022

Por tercera vez desde que estoy vivo, el socialismo ha creado una gran crisis y hundido la economía en España.
El socialismo en una secta evangelizadora de la hipocresía de una población controlada brutalmente por una burocracia millonaria en costos, con las emociones contabilizadas y legisladas. Una secta que pretende legislar incluso los momentos más íntimos de las familias y destruir al individuo para crear una conciencia insectil donde el sumo sacerdote será la reina de la colmena, el líder que gobierna.
La actual crisis no es causa de la guerra ruso-ucraniana, es lo de siempre, el socialismo es una secta destructiva de la libertad y la nobleza que empobrece a su plebe hasta el ascetismo.
El evangelismo socialista centra sus ideología en la banal difusión y adoctrinamiento de los sexos y sus perversiones o enfermedades, en los presuntos cambios climáticos (recaudación usurera), en el vegetarianismo (la ingesta de carne no es buena para mantener la mansedumbre del pueblo), los azúcares (demasiada energía para el cuerpo y la mente) y el tabaco, por ser reflexivo y no narcótico y olvidadizo como el consumo de alcohol y cocaína (tan extendido entre las clases política y alta).
Hay una película donde unos soldados encierran a todo un pueblo en una iglesia y, tras atrancar sus puertas y ventanas, le prenden fuego.
Es una idea aproximada de lo que pienso que debería ser una buena política en estos momentos: incinerar como vulgares cadáveres a los sectarios y continuar viviendo más o menos estafados; pero sin que nadie te toque los cojones diciéndote que eres una buena vaca mansa, hijoputas.

Iconoclasta

España y Venezuela ya no se distinguen entre sí, ni los gobiernos dictadores de ambos países que rigen por decretos. Como no se sabe si Maduro es Sánchez o Sánchez es Maduro. Tal vez sea mejor Madusan o Sanmadu. Tanto monta monta tanto.
Y como España, ahora sí, es una isla venezolana en Europa; además de fabricar billetes de cien mil euros para que sus mansos habitantes puedan pagar el pan debido a la inflación que no tiene su origen en la guerra ruso-ucraniana. También van a censurar y pervertir la historia en la educación de las nuevas generaciones de burros que, no van a saber que hubo un descubrimiento de América ni una Revolución Francesa. Lo del descubrimiento se debe a que como España es Venezuela, le toca los cojones el asunto de la “conquista”.
Y lo de esconder la Revolución Francesa, se debe a su violencia. Ambos países tienen en común una población mansa y dócil. Y lo de la revolución francesa podría estropear esa mansedumbre tan iberoamericana.
Si a una población mansa la haces analfabeta, al igual que en México, tienes la dictadura perfecta. De ahí lo de eliminar la nota numérica y hacer como en jardín de infancia con los adultos: “progresa adecuadamente”, que no es poco. ¡Buf!
Lo que falla en este asunto de la Españazuela, es que la verdadera Venezuela, la original, tiene petróleo. Y España no tiene nada.
Por ello el fascismo o sanchismo ha decidido decretar la prohibición de adquirir más productos de alimentación en los supermercados, de lo que él considere justo decretar (el caudillo Sanmanduro, digo).
También están acosando el tabaco porque es una costumbre reflexiva y es cosa mala. No como el alcohol (que alientan su consumo) que narcotiza al obrero tras una jornada de trabajo mal pagado y al día siguiente empieza su nuevo día sin acordarse si folló con su mujer o su hija. La misma técnica de la gloriosa URSS para que los habitantes-esclavos alcoholizados soviéticos estuvieran tranquis con su mierda de vida.

Te necesitamos, te extrañamos.
Queremos que te reflejes en charcos de sangre estrangulando la risa idiota, el gimoteo cobarde.
Sentada con tus patas abiertas sobre el lomo de un cadáver humano. Reptando sobre los casquillos humeantes de las balas disparadas.
En la pantalla rota salpicada de carne cruda de un teléfono.
En un televisor muerto que ciego refleja pedazos humanos.
Te quiero ver en la ira que ilumina el rostro del hombre que mata, en la risa del piloto que deja caer sus bombas sobre ellos, los otros, los que no quiero. Y sobre mí.
En el llanto ensangrentado de los que ahora gimen infantilmente, mientras fumo.
En las bocas de quienes hambrientos, devoran ratas apenas muertas y trozos de carne corrupta de un cadáver sin rostro.
Indecente y translúcida, cubierta con jirones de gasas sucias de sangre y pus que dejan caer los médicos como serpentinas sin alegría.
Necesito ¡oh, Aniquilación!, que incineres la banalidad y a los adultos aniñados.
Necesito ¡oh, Aniquilación!, la paz de una palabra grave, seria como un filo quirúrgico. El placer de un pensamiento pornográfico y su palabra sucia. Gozar de una violencia liberadora al fin, de la libertad, la puta libertad de mi pensamiento desinhibido.
Necesito que me saques de encima esta masa amorfa que intenta infectar mi razón de ella misma.
¡Oh, Aniquilación! Te siento tan cerca que desespero.

Iconoclasta

Porque sería indigno vivir sin daños.

El desgaste es lo único que indica el paso del tiempo, la erosión del cuerpo es necesaria, es mi derecho de mierda.

No quiero morir como un jovencito que no ha hecho nada en su vida. Quiero mis cicatrices y la degeneración de la carne.

Quiero morir como un cuero viejo y gastado.

Una sociedad decadente, retrasada mental, cobarde y analfabeta se escandaliza por una bofetada…
Es muy urgente, perentorio, que se declare una gran guerra mundial; de hecho es inevitable. Es la única forma de realizar una selección natural para contener la ya imbécilmente extendida globalización de las sociedades imbéciles que son ya plaga en el planeta.
Unos millones de muertos no pueden hacer daño a la especie humana, sino bien. Todo son ventajas en la selección de la especie y eliminación de taras ya profundamente endogámicas; sea natural o programada.

Los políticos pervierten el lenguaje con su ignorancia, por la escasez de vocabulario en gentuza que debería tener esos conocimientos necesarios para cumplir su correcta tarea, como son los políticos. Cuanto más populistas, más empobrecen su comunicación, cualquier político al azar, es un ignorante en potencia.
Por eso se inventan aberraciones como “isla ibérica”, en relación al asunto del elevado precio de gas, luz y combustible de automoción en España. Isla ibérica es el vergonzoso eufemismo por país en bancarrota por causa de una gestión negligente y corrupta, y por ello se le da alguna limosna, por cierta lástima que aún son capaces de sentir algunos jerarcas europeos. La caridad de los países desarrollados al subdesarrollado. España es un país con una gran depresión económica ya crónica. Es pobre por tradición fascista, por tradición dictatorial. Una península en Europa a la que no llega ni asomo de inteligencia, tal vez sea por la barrera que forman los Pirineos, que la decencia no consigue superarla.
Al gobierno español se le llena la boca diciendo que la culpa la tiene la guerra de Rusia y Ucrania; pero es mentira, porque desde hace más de seis meses llevan subiendo luz, gas y combustibles sin cesar. Aparecía casi a diario en las noticias los nuevos récords del precio de la luz; sin que aún siquiera se imaginara la guerra.
Que un país pobre como España haya hundido su propia economía destruyendo la industria que da trabajo al obrero con impuestos usureros por colocarse por un orgullo imbécil a la cabeza de las medidas contra el cambio climático, debería ser causa de delito y sanción al gobierno. Un gobierno que además, ha batido récords históricos en la creación de nuevos ministerios, un gasto público colosal, como el que Egipto gastaba en sus pirámides de mierda.
Un gobierno debe tener claro que lo primero es la economía de sus habitantes. Y luego, para el “problema” del cambio climático, donaciones de lo que sobre tras tenerlo todo cubierto.
Ocurre que la cuestión del cambio climático, se ha convertido en el chollo de los políticos, medidas facilonas, que no requieren más que crear un cúmulo de impuestos contra la población, la cual acepta, ya que es por el planeta “que le vamos a hacer” dicen los mansos. Y así hasta que se encuentran que no pueden comer. Porque atender el presente de la población, requiere una energía, inteligencia y conocimientos que los políticos españoles jamás han tenido ni tendrán, porque adolecen de una endogamia ya vieja como sus litorales.
Los países más pobres, suelen ser los más tontos; por sus habitantes y por sus gobiernos que son el reflejo de esos millones de idiotas que los votan.
España, ha sido convertida en una “país tercermundista” por un gobierno fascista de carácter pseudo comunista en Europa.
¿Isla ibérica? Parece una marca de embutidos, de productos del cerdo. Y si se piensa bien, resulta acertada la imbecilidad que se han inventado.

Iconoclasta

La mariconez poscoital se cura con un par de bofetadas a tiempo, antes de que el niño se haga un adulto idiota.
Eso de dudar de la identidad de género, es cosa ya metafísica en el tejido de la mente insectil de la sociedad consumista que tiene una fobia absoluta al esfuerzo físico laboral. Todos quieren ser confusos sexuales, aparentar ese existencialismo de reunión etílica de matrimonios amigos; por ello no saben si hacer de machos o hembras. O las dos cosas.
Y claro, follan y se me deprimen las nenazas.
Como si también fueran capaces de menstruar y su sistema hormonal les provocara cierta descoordinación mental.
Es en estos momentos de tristeza existencial en el macho, es cuando la mujer debe ser comprensiva y decirle: ¿Y ahora por qué lloras, maricón?
Joder, las estupideces que hay que ver anunciadas…

Y además, los profesores van a tener que aprender ucraniense en cuatro días para que los niños ucranianos puedan enterarse de algo de las clases.
Mañana publicarán que los niños españoles ya empiezan a entender la escritura cirílica.
Será debido sin duda alguna al constante catecismo de la prensa del neonazismo europeo que por supuesto, incluye a España y sus gitanos.

Y aquí tenemos la primera plana periodística oficial de la prensa prostituida al régimen neonazi del coronavirus en Europa. Los titulares son idénticos sea cual sea el periódico prostituto.
O sea, Rusia prácticamente está ya acabada y cuando caiga, se celebrará en todo Occidente decretando una nueva variante del coronavirus para que no pare la fiesta y la ciudadanía pueda aplaudir a sus fascistas gobiernos encerrados en sus casas, desde ventanas y balcones.
Con el coronavirus, aún hoy, siguen dando las idénticas noticias institucionales sin ningún rubor, las mismas mentiras, amenazas y amenaza de ruina inminente para el trabajador, excepto si es maricón, lesbiana o transexual, que tendrán entonces ciertos privilegios.
Quiere decir que hay una serie de bulos oficiales que los periódicos y medios informativos reciben de los distintos gobiernos neonazis europeos que han gestionado la pandemia con mano férrico fascista, para manipular la información de la guerra Rusia-Ucrania y así de paso; con impunidad subir el precio de todo para que los habitantes se hagan cargo de los gastos de defensa, bufets libres de los jerarcas europeos y su vuelos, así como del gasto en armas en pro de la paz en el mundo y que todos los sexos y sus desviaciones y parafilias puedan follar en paz, arruinados y humillados como con los decretos del coronavirus; pero sin violencia, que no es poco. Y así en España, un gobierno neonazi, dice ni más ni menos (flipante el gran tamaño de la mentira) que los transportistas arruinados que se manifiestan y han hecho huelga, son gente de extrema derecha (tal y como decían de los camioneros de Canadá hace un par de meses, qué casualidad ¿eh?😋). Cosa estúpida, porque si así fuera, el gobierno penitenciario fascista español del coronavirus, les hubiera condecorado ya con una medalla y creado un ministerio nuevo para esos huelguistas.

Cuando la decadencia de una decrépita y vieja sociedad consumista permite la intrusión y parasitación del esfuerzo de alguien por otra gente privilegiada por lástima política, populista y electoralista, o bien por una publicitada piedad por sus enfermedades o defectos; cuando se da privilegios de esta manera, se trata sencillamente de trampa, estafa, timo, usurpación, abuso, prevaricación, hipocresía, corrupción, insulto, indignidad…
Que se cambien de sexo es su problema; pero usurpar lugares y momentos que no les corresponden, es un delito ético de los gobiernos que una sociedad decadente ha elegido por su votación analfabeta.