Una maraña de cables, vías y soportes de acero.
El mejor medio de transporte, lo suficientemente lento para la melancolía, la despedida y el encuentro entre paisajes profundos que se desplazan por las ventanas de los vagones.
El tren
Publicado: 26 agosto, 2015 en Conclusiones, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas
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