
Los trenes dan serenidad con su firmeza, con sus férreas ruedas pesadas que vencen a la noche, valles y montañas. Sin prisas, con tiempo a impregnarse e impregnarnos de cada tierra, de cada aire.

Los trenes dan serenidad con su firmeza, con sus férreas ruedas pesadas que vencen a la noche, valles y montañas. Sin prisas, con tiempo a impregnarse e impregnarnos de cada tierra, de cada aire.