Archivos para diciembre, 2015

Reflexiones redes 0 def

¿Puedes siquiera imaginar el tormento de una vida sin fin? Si hubiera un dios, debería estar muy jodido.
Cansado de sí mismo.
Eso explicaría lo inescrutable de sus designios (paranoias).
No le rezaría a ningún dios porque no tengo tiempo que perder como él.
Y soy muy breve.
Naturaleza ésta que me obliga a ser cuidadoso si no quiero morir enseguida.
Así que mejor no pierdo el tiempo en ritos. Que a los dioses los aplaquen los crédulos.
Tengo cigarros que fumar y pizzas que devorar.
Claro que, si le dedico el sacrificio de un buen habano, no podría hacer daño. Y dada la vanidad de los dioses, igual me congracio con alguno.

Milenarias piedras viejo muro

El hielo se aferra a vosotras como una enfermedad y no os preocupa porque sois inmortales. No ser, no sentir hace posible la eternidad.

Y tú, viejo muro tapizado de musgo. Herido por los dedos secos de las raíces que se agotaron penetrando la tierra, saliendo por tus resquicios en busca de luz.

A ti tampoco te contagia la vida, eres tenaz en tu muerte longeva.

¿Qué habrán visto tus piedras a lo largo de tantos años para que rechaces la vida una y otra y otra vez?

Yo podría ser muro, lo dice el tuétano de mis huesos, podría pasar eras geológicas sin sentir.

Hay sílex entre mis huesos. Lo sé porque cuando miro tus piedras, quisiera encajar.

Shhh… Silencio.

Lo hice mal, nunca debí dejar de ser piedra, nunca debí permitir que el hielo se derritiera con el calor de la vida.

Porque ahora soy un pétreo lamento entre la vida de los árboles y la imbatible muerte de las piedras, de los muros…

No puedes negar la fuerza de mi pensamiento, muro; por muy muerto que estés, tu musgo y tus raíces se mueven imperceptiblemente con las frecuencia de mi frustrante demencia.

Soy un fantasma, un alma en pena en el limbo que hay entre las piedras y la vida, un fósil que no cuaja.

Pesa tanto vivir.

Yo fui piedra…

Piedad.

 

ic666 firma

Iconoclasta

Odiada mía

Debería odiarte porque por mujeres como tú los hombres son idiotas.
Hay una frecuencia en tu voz que me hace perder el hilo de mi propio pensamiento y balbuceo incoherencias de amor en tu oído. Olvidando lo que debía decir como hombre formado.
Con tu voz me haces adolescente provocándome una punzada en el pecho que solo puede calmar tu abrazo, tu respiración.
Tus pechos presionando el mío.
Me deshaces. Por favor…
Debería odiarte porque tu llanto es mi canto de sirena. Porque buscas el consuelo de mis brazos y los labios para recoger las lágrimas. Destruyes mi fortaleza construida con tesón a lo largo de los siglos, amén.
Provocas una ternura infinita que desconocía poder sentir.
Me siento vulnerable, indefenso frente a la apabullante carga de tu sensibilidad.
Debería odiarte porque has destruido mi independencia, ya no puedo concebir los días solo. Te odio…
No hay paz sin ti.
Debería odiarte porque haces de mí un absurdo trípode cuando clavo la mirada en tu escote.
Debería odiarte porque tus labios hermosos secan los míos cuando los contemplo.
¿Te das cuenta, odiada mía, que haces de mí lo que me esforcé en no ser?
Estás rozando la ilegalidad, es prácticamente secuestro lo que haces conmigo.
Debería odiarte por llevarme por sueños imposibles, cuando ya era hombre que ensuciaba sus manos y pies con el polvo en el que se convierten los seres al morir.
Odiada mía, debería odiarte cuando dices amarme y siento que no soy de acero forjado, si no de piel y carne temblorosos ante ti, encima de ti, dentro de ti…
Pienso que nunca conseguiré besarte tanto por lo que te odio. Tu piel es inabarcable como un universo en mi mente pequeña y simple.
Cuando tus ojos brillan al verme, siento el vértigo de los años cientos en los que nadie me miró así. No lo sabía todo, odiada mía.
Qué equivocado estaba…
Me doblo con una arcada ante tanto tiempo perdido sin ti.
Y te odio cuando la melancolía de tu ausencia me hace llorar.
Porque los hombres no lloran, cuando lloran están derrotados. Mírame, soy tu trofeo encima de una chimenea.
Antes no sentía esas «cosas» brotar de mis ojos, eso no iba conmigo.
¿Qué me has hecho, detestada mía?
Te odio porque dividiste mi vida en «a. de Ti» y «d. de Ti» (antes y después de Ti), como si fueras un hermoso y divino Jesucristo de cuerpo rotundo y sensualidad perfecta.
Partiste mi vida con «Piénsame» y un «Te pienso».
Convertiste una parte de mis oscuras edades en prehistoria.
No sabes lo que sufro al escribir «debería odiarte» o «te odio», porque la sola idea de odiarte, me provoca convulsiones. Duele imaginar que por un milisegundo pudiera aborrecerte.
¡Te odio!
No…
Te amo con toda mi alma. Es la única forma de concluir este listado de reproches por lo que has hecho de mí.
Te amo a pesar de que has hecho avanzar el tiempo a velocidad de híper-espacio. Hay tan poco tiempo y tanto que amarte… Me falta vida ahora, cielo.
Pero ¿sabes, odiada mía? Vendería la mitad de mi vida al diablo o a dios si existieran, para que mis últimas horas fueran contigo.
Pacto morir a tu lado.

 

f4b59-ic6662bfirma

Iconoclasta

12378042_10208426893090923_3098494076984876415_o

Llevo siempre una brújula, como el reloj.
Me hace creer que soy aventurero, que soy libre de elegir el rumbo. Si el reloj indica el tiempo que me queda, la brújula dice adonde podría ir. Y ver su esfera y sus posibilidades, calma mi angustia.
La aguja temblorosa está cargada con el magnetismo de mi impaciencia vital.

12370861_10208421657880046_5576111533301793093_o

– ¿Y si te dijeran que toda la humanidad ha desaparecido y estás solo?
-Diría que ya estaba solo; pero ellos nunca lo supieron. Y que tendría suficiente tabaco para lo que me resta de vida.
– ¿Y ya está? ¿Tan sencillo?
-Créeme, no ha sido sencillo negar la existencia de ellos, todos. Hay años dolientes que escaman mis uñas. Lo digo con cansancio.

Natalia

En Telegramas de Iconoclasta.

Jesucristo y los siete enanitos

AC DC

No es el nombre del grupo de rock heavy de los ochenta del siglo pasado. Me refiero a la forma de datar los tiempos de la historia según fuera antes y después de Cristo.
Esta forma de dividir las distintas épocas es una convención. Es el pago que tuvo que realizar la ciencia a la religión para poder enseñar y avanzar en conocimientos.
Porque si no fuera por esta división temporal, la iglesia hubiera quemado muchos herejes que no lo eran, como era su costumbre hacer hasta que las ciencias y la enseñanza comenzaron a estrangular la ciega fe.
Negar los progresos tan evidentes de las ciencias y las humanidades, cuando la capacidad de leer y escribir estuvo al alcance de los humildes, hubiera sido un camino directo hacia la rebeldía.
A Dionisio el Exiguo, un monje del siglo VI en el año 525, le ordenó el papa Juan I, poner fecha al nacimiento de Jesucristo. Y un fanático organizando la historia, es el peor negocio que pueda haber.
(Me gusta pensar con una sonrisa astuta, que el 525, es la fecha de creación de la biblia)
Jesucristo no existió, creer en él es un acto de fe. No hay documento alguno que lo nombre. Y los evangelios, son simples lecturas mitológicas (mucho más dulces que el antiguo testamento) como lo son las sagradas escrituras de Homero y Virgilio.
Así, que el antes y después del nazareno, es una convención como la de los colores de los semáforos: alguien eligió rojo para parar y verde para andar.
Nada más.
Sin embargo, esta datación mantiene la fe del ignorante con rango académico: hace creer a la gente sin demasiadas inquietudes intelectuales que Jesucristo tiene respaldo histórico, que es una figura verídica.
Es el más craso error.
El carbono 14 hace mucho que tumbó muchas mentiras, muchas reliquias y mucha ropa sucia.
Yo y los curas, sabemos muy bien que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad a los ojos del rebaño.
Cuando falla la fe, siempre quedan los OVNIs para saciar las necesidades de esperanza de los seres humanos. La esperanza para escapar a una vida plana, llena de mediocridades e incomprensiones.
Y es que el intelecto se ha sobrevalorado mucho en la especie humana, por rarezas como Einsteins, Da Vincis, Miguel Ángeles, Hawkins y Galileos.
Ellos no representan la capacidad intelectual de la humanidad, son honrosas excepciones.
Por otra parte, la figura de Jesucristo, no se creó para salvar al hombre (redimirlo de su propia estupidez), cualquiera que haya leído la biblia con un mínimo de comprensión, sabrá que el viejo testamento es un compendio de amenazas y glorificación del asesinato, la exterminación, la ira y la esclavitud. Es el manual del perfecto dictador o tirano.
La biblia es clara y tajante, no tiene misterio alguno en su apología del miedo y la esclavitud. Tiene como fin la opresión y el sometimiento de un pueblo sobre otro.
Por eso es necesario que la lea un cura, que convierta esas afirmaciones y mandatos maquiavélicos en dulces eufimismos (en puras mentiras) para la ignorante masa humana.
Es deber del sacerdocio esconder el verdadero fin y propósito de las enseñanzas: que el esclavo respete al amo.
Porque «los hombres son de dura cerviz», dice tantas veces la biblia en nombre de Yahvé, el dios que se llama a sí mismo «celoso». Iracundo hasta el vómito.
Se necesitaba una figura que diera algo de bondad y dulcificara tanta miseria.
Así es como se inventó al personaje Jesucristo.
El día de navidad es una fiesta pagana, que celebraba el solsticio de invierno: indios coitando en las playas o frente a hogueras que los mantenga «calientitos» y embriagados con los hongos de sus regiones geográficas.
Como siempre han hecho todas las religiones, adaptaron las fechas clave de celebraciones populares para que el pueblo tuviera sus dosis periódicas de alegría. Las grandes religiones han gobernado el planeta durante miles de años, solo en época moderna se han constituido gobiernos laicos.
Es por así decirlo, como el tambor que alegra las horas al remero esclavo de las galeras.
Hoy además, están los deportes de masas y sus estrellas compitiendo con Jesucristo. Lo laico se va imponiendo poco a poco; pero en modo alguno van a ceder parte de su poder los privilegiados que nacieron con suerte.
Así que se puede decir que la clasificación en Antes y Después de Cristo, es una prostitución que tuvo que aceptar la ciencia para no ser aplastada por la religión, cuando en las manos de los curas, estaba el matar a cualquier ciudadano del mundo que no les besara el culo.
Hoy día hay referencias reales y precisas para datar la historia. La ciencia sigue arrastrando la miseria de la fe ciega y los ciudadanos siguen pensando que si hay un antes y después de Cristo, es que existió semejante individuo, semejante cuento.
Siguen engañando a los niños con esas ridículas fechas.
Y así se eterniza la ignorancia y se alimenta esa mentira repetida durante tantos miles de años.
No es casualidad, que la iglesia gaste ingentes cantidades de dinero en excavaciones arqueológicas, buscando aunque sea un miserable rastro de la existencia del nazareno. Las ventas de las nuevas biblias, quintuplicarían los beneficios de las grandes multinacionales en dos semanas.
Si se repitiera mil veces que Cristo se crió con siete enanitos en una cabaña de un bosque, la chusma pondría los nombres de los enanitos de Disney a sus hijos.
Es todo tan previsible, es tan sencillo en su burda ejecución, que me parece imposible que pueda pisotearse lo obvio argumentando mentira sobre mentira y nadie le preste demasiada atención.
La mentira de hoy, son los trabajadores y docentes del mañana.
Y el oscurantismo está matemáticamente codificado en las sintonías de los programas de telebasura.

 

f4b59-ic6662bfirma
Iconoclasta

12339276_10208408284145711_1162038158500562906_o

Viendo algunas indicaciones que nada tienen que ver conmigo (pero que es inevitable que tengan una reacción metafísica en mi mente compleja), dan ganas de ser el Correcaminos. O en su defecto, que me aten una sarta de latas de conservas vacías en el culo, a ver si me asusto al igual que los perros víctimas de los niños de lugares rurales y deprimidos; y conseguir así una velocidad de crucero decente.
Porque ser pobre no es garantía de ser buena persona. Por ejemplo yo, que mato ratas a bocados por pasar el rato, ya que no puedo batir récords ferroviarios.

Reflexiones redes 0 def

Hay tanta soledad en algunos momentos, que llego a pensar que he perdido la voz.
Y sonrío muy astuto ante la posibilidad de un mutismo. Es liberador.
Va en contra de lo social y la comunicación, pero cuando has pasado las tres cuartas partes de la vida asintiendo a hipocresías y sandeces, se agradece la disfunción comunicativa.
A veces oigo a patos y cuervos discutir y pienso en qué momento los humanos perdieron las plumas.

Reflexiones redes 0 def

Una vez se han aprendido unas cuantas palabras raras (cuando se han dado cuenta de que los emoticonos no acaban de concretar sus simples ideas), pseudo-científicas, o simplemente inusuales, ya están preparados para escalar puestos en la sociedad, tanto en la índole laboral como en la político-religiosa-militar (sobre todo esta última).
Y es que no hay tiempo de enseñar al ignorante (es sabido que a todos los tontos se les aparece la virgen de forma sorpresiva). La injusta suerte que gozan es como el horizonte de eventos de un agujero negro, no hay marcha atrás y se traga la poca inteligencia que tenían en cuanto toman posesión de sus cargos, quedando solo un azar injusto con los que tienen algo de ética y cierta cultura de lectura.
Y es sabido que entre idiotas se besan el culo.
Seguirán teniendo toda la suerte del mundo silabeando con indecisión y soltando sus ignorancias en muchas conferencias, como es el caso de los presidentes eméritos.