Archivos para marzo, 2016

Sonreír o no sonreír

Los favores, los regalos, la amistad y el matrimonio tienen un único fin: acumularse para luego exigir un pago.
Son inversiones desde que la especie humana dejó de arrastrar el dorso de la mano por la tierra al caminar.
Alguien dirá que hay de todo, que hay amistad, cariño y amor verdaderos, yo digo que las excepciones no me sirven, es consuelo de idealistas de cerebro blando. Para encontrar una persona que valga la pena necesitas descuartizar a ocho mil. Las estadísticas si se leen con atención y sin que te las interpreten (como la biblia), cantan verdades pornográficas y suculentas en mezquindad.
Quedan los muertos. Cuando alguien muere y los vivos juran que han cuidado del difunto y le han dado tanto amor que ha sufrido un ataque de diabetes antes de vomitar el hígado, esos mezquinos esperan el pago a su gran virtud de mierda: la legítima que por ley les pertenece. Eso o ser nominados al puto óscar de la bondad miserable.
Hay inversores en «cariños y amores» para muertos y para vivos. Son tan previsibles como el camino que hace el metro todos los días.
Es necesaria una buena catástrofe natural, una epidemia medieval o un holocausto bélico de proporción planetaria para que las mezquinas pieles, sangres y vísceras de los inversores se pudran y enriquezcan así la tierra.
Porque es el único fin para el que existe el jubilado que ha trabajado más que nadie, el hijo más desdichado y mártir del planeta, la madre más abnegada, el abuelo tan casto que ve tetas y piensa en lactancia y frío, o la puta con el cerebro que le huele a orina porque trabajar es demasiado penoso y más difícil.
Cuando muera y me convierta en un ente inmortal además de inmoral, en una materia o energía; os arrancaré la vida a través de los ojos con agujas eléctricas y mazos de acero que tronchen vuestros huesos.
Putas y putos mezquinos…
Lo peor, lo más insoportable de la vida es que nunca muere quien debe en el momento justo.
Es como si ser miserable diera puntos y años de vida.
Y ahora me voy a fumar sobre unos cadáveres sin importancia, que diría 666 siempre sangriento.

Golpeador copy

¿No lo sientes? Son mis golpes desesperados.

Ojalá te dolieran.

Golpeo con paranoia la dimensión que me separa de ti.

Debería temblar el universo.

Mis pies resbalan en un charco húmedo que mana de mi puto pene y los golpes pierden efectividad. Y mi cerebro parece no entenderlo, porque sigo destrozando cada hueso de las manos.

Me duelen tanto, cielo…

Me duele tanto ahí abajo…

Baja la sangre en torrente, con cada puñetazo en la barrera invisible del deseo. La que me hace mierda, la que me hace feroz.

El corazón no duele ya, el dolor es ira, ansia, desesperación…

No me queda alma, solo la violencia desatada del deseo.

Los puñetazos en la invisible frontera, el dolor de mis genitales sin consuelo; ese es el universo al que me has llevado.

Me duelen, me duelen, me duelen…

Por favor…

Mis manos rotas ni consuelo pueden darme. Soy una bestia encelada, atrapada en la dimensión desesperada.

En tu puta dimensión.

¿Por qué existes? ¿Por qué? ¡Cómo me dueles!

Entre mis piernas hay una presión que las manos golpeadoras ya no pueden gestionar.

¿No te das cuenta que soy solo un hombre?

No deberías existir, es la única forma de que deje de destrozarme.

Pero… ¿Dónde está el hombre? Aquello que era antes de que existieras.

Mi bálano no reconoce las manos rotas del golpeador.

Golpeo la distancia, el tiempo, al creador y mi rostro desencajado.

Soy el golpeador silencioso. Un mimo en un infierno que nadie mira, de cuerdas vocales sangrantes.

Soy las manos rotas del deseo, que no pueden contener la sangre que me llena, que me expande, que me desespera.

¿Y si soy peligroso? ¿Y si todo este deseo por tenerte, por fundir tu piel con la mía, es un riesgo para ti?

Soy malo, porque no podría considerar tu seguridad. Solo queda en mí animalidad.

Tal vez debería morir con las manos rotas, con las venas del pene reventadas mezclando semen y sangre. Un infarto lujurioso.

Me da miedo que se rompiera la invisible dimensión y pudiera empalarte con mi carne doliente.

No sé si podría protegerte de mí.

Golpeo y me duele tanto ahí abajo…

Atenazaría tu coño con mi mano crispada mordiéndote los labios. Te haría pagar esta desesperación.

Yo golpeador, te amo, yo golpeador te deseo.

Salvarte no podría.

Me duele tanto ahí abajo…

No puedo más.

Y las manos, ya no existen, son muñones inútiles en la dimensión de la fascinación a la que me has abocado.

Soy un golpeador atrapado en universo de nadie, en la invisible frontera que marca tu piel.

Me dueles tanto…
f4b59-ic6662bfirma
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

10623813_10209183468444834_1833027622262041077_o

Mortalmente aburrida. Literatura reescrita y amañada a lo largo de milenios para hacer de la ambición y el poder un dogma para gobernar y justificar la esclavitud. Que será oportunamente pagada con un paraíso que solo llegará con la muerte.
El timo más conveniente y oportunista.
El misterio reside en la increíble capacidad para mantener el engaño durante tantas épocas.
Me gusta que decore mi salón, solo para no olvidar lo fácil que es convertir la mentira en fe. Necesito mantener mi angustia.
Mortificarme amén de fumar.

1913607_10209174814428489_2846320936850105136_n

Si eres intelectualmente apto, los payasos no dan miedo: aburren, irritan, cargan, ofenden e incluso a veces pueden tener gracia.
Pero no asustan, no jodas…
Lo que me pone los pelos de punta es el ignorante que quiere parecer psicológicamente complejo.

En términos generales

Siempre la he odiado, siento asco por esa expresión «en términos generales».
Se equivocaron desde el mismo instante que salí del coño de mi madre. No soy algo habitual.
En términos generales, pretenden aniquilar al individuo y sus creaciones para que la humanidad lo usurpe. Porque esa masa de carne es incapaz de crear, solo se alimenta, parasita a los individuos su libertad de pensar y su absoluta intimidad.
Nada es obra de la humanidad. Su única obra es una espantosa mentira, una repugnante hipocresía que se llama historia. Fracasos y envidias tejidas a más fracasos y envidias.
Un pensamiento humano que no lo es, solo es un rumor confuso de miles de animales parlantes; una granja de gallinas o sucias pocilgas con barros formados por orina y excremento.
Y tú brillas entre toda miseria, combates la náusea, trazas una brecha en el espejo de los idiotas con una mirada, con apenas un palabra.
En términos generales, la esclavitud se ha asentado profundamente en la cadena de ADN humana, tanto es así que los esclavos no tienen conciencia de serlo.
Porque en términos generales tiene más importancia el día de una independencia patriótica que el cumpleaños de uno mismo.
Se celebra la victoria de un equipo deportivo de tarados con la misma alegría y euforia que se celebra la vida de la puta madre que los parió a todos.
Así que jugando a su propio juego, a los términos generales, te diré que la patria me la paso por el culo. Que te amo por encima de cualquier territorio del planeta, de cualquier cultura y estamento social.
Te amo de forma absoluta, todo es sacrificable por ti.
En términos generales, tus gemidos de placer se imponen a las voces de los que mueren por hambre y enfermedad.
Soy el rostro que borra la sonrisa idiota de la humanidad.
En términos generales, no doy limosna, no soy solidario. Porque necesito el dinero para vestirte con lencería de puta e irrumpir en ti como si lo fueras. Hacer una pagana y pornógrafa adoración de tu cuerpo.
En términos generales, no me interesan las estadísticas de muerte o nacimientos. Mi vida no varía con los muertos o los vivos, mi pensamiento permanece inalterable como las órbitas de milenarios cometas, viajo en el tiempo a tu alrededor regando el cosmos con el semen que me vacías.
Se entiende que un cometa sea precursor de vida.
En términos generales, me importa nada saber lo que muere y lo que respira si no es para enterrar o sacrificar.
Son innecesarios, estorbos en mi camino hacia ti.
El esperma que se escurre de tu sexo llueve sobre la humana faz.
El latido de mi glande henchido de sangre se impone al del corazón de millones de seres.
Amándote me erigiré en lo más despreciable y degenerado del planeta.
Y en términos generales, se acariciarán los genitales en la oscuridad deseando ser como yo.
Deseándote a ti con una lágrima de pasión mortificante, al lado de la que no quieren que dormita vulgar a su lado.
En términos generales, solo importamos tú y yo.
En términos generales, puedo decirte que podría correrme ante el dolor de la guerra, la miseria de la pobreza y la desesperación de la enfermedad con solo entrar en tu mente.
Generalizando, tu coño es mi refugio y mi paz. Tu pensamiento, el mío.
Así como hay una marcada frontera entre dios, humanidad y yo. Entre tu pensamiento y el mío, pasa como con las pieles. No sé cual es tuya o es mía.
Soy impermeable a todo aquello que no eres tú. Algo que se escapa a los términos generales.
No quiero, generalizando, ser un buen hombre. Con tenerte me importa poco que me consideren bestia.
Me importa nada lo general.
Solo quiero la exclusividad contigo.
En términos generales, hay tanta gente filantrópica, que estoy seguro que se hubieran ofrecido ellos a ser crucificados para salvar a un cristo. Mierda…
Dijéramos, que a grandes rasgos, afirmo que nadie se mataría por un nazareno; no nací ayer. Soy milenario como las piedras, nací con toda la sabiduría necesaria para combatirlo todo, para encontrarte a ti.
Yo me mataría por ti y crucificaría un mesías en tu honor. Limpiaría mis manos de su sangre en sus sagrados calzones observando tus muslos manchados del húmedo brillo del deseo.
¿Te parezco temible? Porque sin generalizar, lo soy. Es mi volición.
Frente a ti meto la mano en la bragueta del pantalón acariciándome obsceno.
Deja que me ría torcidamente, porque pienso en términos generales, que todo es una farsa y tú no eres de barro como todo lo que me rodea y piso. Eres mi anclaje a la vida, mi firme y pétreo sostén en un lugar que me aboca al hastío, al precipicio que crea en la carne la cuchilla corta-arterias.
Generalizando, no importan los llantos y las alegrías de ellos, los otros, los ajenos.
Solo tú escapas a cualquier término general.
Soy una impúdica excepción, se equivocaron desde el momento en que nací.

f4b59-ic6662bfirma
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

980729_10209167998578097_5657402152478598390_o

Quiero horizontes cercanos, que me hagan pensar que llegaré a ellos, que me den paz.
Porque los hermosos horizontes lejanos me dicen que ya no tengo suficiente vida para llegar a ellos. Que estoy casi muerto.
Y mi tenacidad es lo contrario de la paz.
Sé que moriría cuando llegara a la lejanía, pero me follaría ese lejano horizonte.
Necesito paz para no consumirme en un instante.
Horizontes cercanos donde escribir y morir dulcemente, en un «je ne sais pas» indolente y delicioso. Con tus pechos en mi pecho.

12795062_10209159660249644_9110960384732457687_o

«La curiosidad mató al gato». Y una mierda, el hastío y la mediocridad es lo que mata a los humanos. Su absoluta desidia y falta de inquietudes.
Los refranes existen para distraer la superior estulticia humana hacia otros seres.
Es la envidia humana lo que mata a gatos y otros animales.
(Murf viendo una aburrida película rusa. Nos gusta comentar las pelis).

Tawny Roberts

En Telegramas de Iconoclasta.

921418_10209148563012220_5953926468440016380_o

El miedo hace ver posibilidad de lo inverosímil.
Me gusta en mi imaginación esculpir el dolor y la muerte.
Al fin y al cabo, soy una obra ambulante del dolor.
Artistas que reciclamos carnes, huesos y vísceras. Nada es peor que la realidad, que la irrelevante realidad.

(Uno de los planos más perturbadores del cine que he visto últimamente. It follows, inquietante película de David Robert Mitchell, 2015).

Captura

Un relato de Iconoclasta en Atramentum / Voces Subersivas.