dos-cabezas

Soy un dragón de dos cabezas.
Una incinera a los humanos y sus obras.
La otra se mira a sí misma en un espejo cada mañana, con odio; por lo que no es ni podrá ser.
Y no soy un dragón.
Soy más de lo mismo: un vulgar que escribe demasiado, incapaz de no denigrarse él mismo.

Deja un comentario