
Nadie en la luz, nadie en la sombra. Los humanos son cobardes para todo.
Se esconden de los contrastes como alimañas.
La chusma solo habita la ambigüedad.
Y yo, dos veces bien cuando no hay nadie.
La ilusión de su ambigua inexistencia me da paz.

Nadie en la luz, nadie en la sombra. Los humanos son cobardes para todo.
Se esconden de los contrastes como alimañas.
La chusma solo habita la ambigüedad.
Y yo, dos veces bien cuando no hay nadie.
La ilusión de su ambigua inexistencia me da paz.