Antes de ocultarse, el Sol besa a su montaña más querida. La favorita de su inabarcable harén.
La besa hasta convertirla de oro.
Y si se presta atención, ella se estremece un poco vanidosa y caliente.
Maldita sea, estoy enfermo, siempre encuentro momentos y motivos para una erección.
Están locos los que escriben.
La favorita
Publicado: 28 octubre, 2016 en Absurdo, fotografía, Humor, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
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