Es como un drama planetario que siempre me turba: la noche devora las montañas y siento la angustia de no saber si mañana estarán. Debería estar con ellas y cuidarlas, consolarlas cuando la noche las disuelve.
Que no les duela, es mi réquiem por ellas.
Devoradas
Publicado: 30 octubre, 2016 en fotografía, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
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