Alguien debería hacer algo por la masacre de calabazas en esta fiesta cruenta de Halloween y sus muertos de mentira.
Muertos olvidados, que solo se recuerdan por orden folclórico-institucional como motivo de festividad en una hipocresía ya tan habitual, que pasa desapercibida para todo bicho viviente.
Pobrecillas, nacen entre todo ese caos, para luego ser destripadas y convertidas en máscaras ardientes.
¿Acaso os gustaría que os cortaran la cabeza, la vaciaran de ojos y cerebro y luego os metieran una vela dentro?
Stop al maltrato de las calabazas.
Son seres vivos que sienten, aunque retocen en el estiércol y otras impurezas.
Colabora donando 100 € con la ONG Calabazas Life para su protección y conservación.
O bien, apadrina una por 25 € al mes para que aprenda a leer, tener alimento y asistencia médica.
Mañana hablaremos de boniatos o camotes.
Y sobre todo, de las pobrecitas castañas.
Mierda… Estoy acabado…
ONG Calabazas Life.
Publicado: 31 octubre, 2016 en Absurdo, Chusma, fotografía, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
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