Las mamadas y cópulas de las putas del tercer mundo se pagan con unas pocas gelatinas infantiles, unos yogures y algún CD pirata de karaoke de La maldita primavera.
Lo único que sacas de la mamada de un puta tercermundista, es la sensación de haber hecho un pornográfico y lujurioso acto de caridad.
El sexo también tiene su faceta filantrópica y carismática.
Iconoclasta, el hombre. 
Crudo, pero muy bueno!!!
Es crudo y podría ser un pensamiento tan real como los circuitos turísticos de sexo que hay hacia determinados países del tercer mundo.
Gracias, Criss.
Un abrazo.
Así es tienes razón… buen día para ti, besos!!
Es que tener sexo gratis en el primer mundo no es nada elegante, no es Armani ni Dolce & Gabana, hay que irse a buscar la copia pirata.
Exactamente, a la peña le gusta el exotismo y creerse superpotentados.
Saludos Ernán.