Unos instantes atrás, antes de que un tractor la rompiera, estaba viva. Su piel parece la del sueño; la muerte no tiene prisa por dejar su marca de obscena podredumbre.
Morir es tan habitual, que no comprendo cómo puede causar temor.
Trozo de serpiente
Publicado: 30 mayo, 2016 en Conclusiones, fotografía, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
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