Archivos para octubre, 2016

ya-he-llegado-oct-2016-ruta-fuentes-fuji

– Ya he llegado.
– ¿A dónde?
– No lo sé, simplemente me he detenido.
– ¿Es una metáfora por muerte?
– Tal vez. Las cosas y los seres mueren; pero yo aún escribo.
– ¿Volverás pronto?
– Es tarde para volver, es pronto para saber los cuándos. No nos esperan ni esperamos. No tengo prisa por afeitarme.
– Estamos muy alejados de todo. No podríamos volver aunque no fuera tarde. Haces caminos sin retorno, es malo.
– Está bien, volver es un error, es fracaso. Más de lo mismo.
– ¿Y ahora qué hacemos?
– Respirar.
– Eso lo hacemos siempre.
– Ojalá que no.
– Va a ser muy larga la vida si solo respiramos.
– Bueno, también hay dolor. Estaremos entretenidos. Ya queda poca vida y estamos en lo mejor.
– ¿Y cómo lo sabes?
– Nos hemos detenido, las cosas ocurren por alguna razón.
– Y por azar, y por injerencias, y por errores…
– Solo estás preocupado, las conciencias sois siempre un tanto cobardes, dubitativas. Relájate.
– Saca un cigarro, necesitamos fumar.
– Por fin has acertado.
– Fumar y respirar…
– Mucho mejor que el dolor y el agobio. Lo hacemos bien.
– Sí.
– Oye, eso que ha caído y ha quedado atrás ¿no era una pierna?
– No te pases de optimista. Sigue ahí la muy puta.
– Era sarcasmo. La podríamos tirar al río, que la piquen los patos y los peces.
– Tendremos que morir con ella, como aquel que dicen murió con su cruz. Somos vanidosos los dioses, siempre más que nadie. Más dolor, más llanto, más carcajadas, más sudor, amar a tumba abierta…
– No somos dioses, no existen.
– Yo también soy sarcástico.
– Huele a tierra mojada.
– Y las tumbas también.
– Tienes razón, estaremos entretenidos en este dónde al que hemos llegado.
– Bien.
– Bien.
– ¿Otro cigarro?
– Claro, no importa un cáncer más o menos.
– No me hagas reír.
– No puede hacer daño.

ic666-firma
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

pensandote

Pensándote mientras me harta, me cansa y me duele el mundo.
Pensándote aspiro el humo de un cigarro en un ejercicio de ingenuidad, creyendo que es tu alma y yo soy el diablo que te la ha arrebatado. Y por ello el humo da calor y paz a mi vieja sangre y mis pulmones antiguos.
Pensándote sueño en posibilidades que me arrancan de esta realidad sin misterios ni magia que inocula aburrimiento en mi organismo.
Pensándote caigo en una trascendental desdicha.
Soy un romántico fuera de tiempo. Soy tragedia pura.
Por ello, pensándote, me tranquilizo al saber que moriré mucho antes que tú. Soy un F-1 desesperado por llegar a una meta letal.
Y sonrío al apagar el cigarro, porque toda esta cadena de pensamientos ha tenido un final feliz: no es viable el mundo sin ti.

bajo-el-paraguas-oct-2016-fuji

¿Has visto qué fuerza tiene el planeta, amor? Es precioso…

Podría ser perfecto si bajo el paraguas estuvieras tú conmigo.

Te diría que lo que hacen las nubes con las montañas, lo hago con tu piel.

Mojarlas, rozarlas, acariciarlas…

Es tiempo de lluvia; sin embargo, amarte es intemporal. Ni la lluvia ni el sol pueden evitar que te quiera repentina y violentamente; como si hubieras nacido sorpresivamente ante mí.

Cautivándome como si fueras planeta.
Y debiera tener frío, pero la dulce melancolía es cálida.

Camino sin cuidado, pisando charcos, escuchando mi propia respiración reverberar contra la cúpula negra de un paraguas vacío sin ti.
ic666-firma
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

lagartijas-e-ingravidez

La lagartija camina sobre una superficie absolutamente vertical y pienso que si yo pudiera hacerlo, no lo haría.
Bastante complicado es todo como para hacerlo más difícil todavía.
Los retos me los paso por el culo, estoy cansado de tanta prueba de mierda. Superar tantas metas para llegar a ninguna parte.
Qué mierda.
Otra cosa sería flotar ingrávido, sin control; como un trago de cocacola (o una bolsa de orina en las pelis de risa) flota en una estación espacial cuando los astronautas se aburren.
Como el globo que se escapa de las manos de un papá negligente.
Eso sí me gustaría, fluir y que me aparten a una lado si les molesto y cambie mi rumbo dulcemente.
Joder, yo y mi divagar…
Tengo el cerebro podrido.

no-soy-nadie

No existe mi rostro.
Solo las consecuencias de no ser.
Soy un conjunto compacto y blasfemo de frustraciones e ira.
Y la ira es la que me mantiene vivo, tenso.
Si me relajo soy cadáver.
Algún documento firmé a ciegas al nacer, que me condenó a la hipertensión del pensamiento.

14711453_10211134304174508_4372460742150809442_o

In umbra alarum tuarum protege me maiora sequar.

(Ocúltame entre las sombras de tus grandes árboles)

sincronismo-oct-2016-nikon

¿Qué es el sincronismo?
Un huevo colgando, y el otro lo mismo.
Nota: Morf. Aplíquese a los testículos humanos.

Enciclopaedia Iconoclasta. Ultrajant Editores, Oct. 2016.
Asesor cientifista: Pablo López. Fotografía: Fondo Iconoclasta.

(Viejo chiste de no sé quién.)

morir-solos

«Todas las criaturas de este mundo mueren solas». Película Donnie Darko, 2001.
Donnie Darko fue un fracaso comercial en cines; sin embargo, con el tiempo se ha convertido en película de culto. Para que una película sea de culto ha de cumplir los requisitos de ser: absurda, llamativa, musicalmente atractiva y metafísica (incomprensible). Para mí siempre ha sido una gran película, perfectamente comprensible; pero la gente, en su gran mayoría, no la entiende; captan algo que no saben sintetizar. Todos se dan bofetadas por aportar su explicación.
Desde el mismo instante que vi la película, me llamó poderosamente la atención la frase citada. Y me ciño a ella en esta exposición emocional.
Me fascina esta sencilla frase porque es tan engañosamente obvia, como discutible. Como prismática, facetada, de múltiples interpretaciones según teologías, filosofías, miedos y valentías.
Hay tantas formas de morir que, someramente, existe una gran probabilidad de no cumplir con esta sentencia fílmica. Morir en compañía, consolados… A esta posibilidad le temería especialmente.
Porque morir tiene que ser más íntimo que follar y no quisiera que nadie me jodiera el gran momento acompañándome. Dándome un consuelo que se puede meter en el culo.
La gran verdad es que siempre se muere en soledad, te importa poco o no te enteras si estás acompañado cuando falla el corazón o ya no llega aire a los pulmones. Porque se vive una agonía que te aísla de todo. Un dolor, un terror de un minuto es toda una vida. Y cuando vas a morir, estás demasiado entretenido en arrancar un latido más al corazón o aspirar una bocanada más de aire. Cosas físicas, instintivas. El cerebro está demasiado ocupado en gestionar toda esa muerte que se le viene encima.
Podría significar para los optimistas: es un viaje que tienes que hacer solo.
Pero ni así puedo asimilarla.
La frase tiene más virulencia de lo que aparenta: dice que la muerte es un viaje a ningún lado. Nadie te puede acompañar a la nada, a un lugar que no existe.
Está diciendo que es el negro final sin lugar y sin tiempo.
No es posible que en un futuro o en un pasado, un ser querido te acompañe el tiempo que necesites para acomodarte. «Te acompaño hasta que conozcas a alguien y cuando empieces a pudrirte me vuelvo».
No.
Niega toda posibilidad de existencia ultra terrena.
El viaje lo haces solo. Y no es un viaje, porque no hay lugar, no hay destino.
Lo horrible para la inmensa mayoría de la humanidad, es que morir acompañado, tomado de la mano y teatralmente rodeado de los seres queridos, no es suficiente. A lo que temen es que no habrá encuentros.
Esa es la auténtica negación de la frase, lo que inquieta y no acaban de encajar los que no la entienden.
La obviedad, al final, no es tal y la afirmación es profunda como una sima.
Explica perfectamente mi forma de entender la muerte. Da sentido a lo que soy: un viajero solitario que así ha decidido ser.
Sin consecuencias, sin miedos a cruzar solo ese río inexistente.
Para los optimistas, los que creen que la muerte es un tránsito, hay otra frase encantadora de la novela Legión, de William Peter Blatty (secuela de El Exorcista): «Los muertos deberían de callar si no tienen nada que decir». Añádase cierto hartazgo por esos gemidos de ultratumba y algo de aburrimiento al pronunciarla, y se tendrá la sensación de que morir, en efecto, es seguir viviendo.
Pero hay muertos en el cementerio que no han aparecido por ningún lado, no hay señales, no hay manifestaciones. Solo mentiras y trucos de prestidigitación barata.
Más películas…
Todas las criaturas de este mundo morimos solas; es el eufemismo.
Dejamos de existir, es la afirmación rotunda, concreta e imbatible que esconde.

ic666-firma
Iconoclasta

acumulacion

En Realidades Truncadas.

Reflexiones redes 0 def

«Y Jesús le preguntó:
– ¿Cuál es tu nombre?
– Legión, porque somos muchos.
Y Jesús giró a su siniestra y preguntome a mí:
– ¿Cuál es tu nombre?
– Déjalo, el tal Legión el múltiple ya ha sido bastante ingenioso. No lo puedo superar.
Y Jesús simuló con una tos una risa e invitome a fumar».
(De el Evangelio según Iconoclasta: Jesús visita un manicomio, Ic. 3 3/4 -10 €).