Ha levantado la mano del manillar y me ha saludado con un «hola». Tal vez tuviera doce años, iba en un grupo escolar de unos veinte niños haciendo una excursión en bicicleta.
No les prestaba atención, soy poco dado a prestar atención a los humanos, pero ella ha levantado la mano, para atraer mi mirada.
Sin ser necesario, solo una cuestión de sorprendente simpatía.
Tal vez se ha dado cuenta de que camino solo, olvidando que hay humanos.
Sinceramente, pienso en mi diosa, de humanos estoy harto.
No soy cómodo para ser saludado.
Su sonrisa era arrebatadora, no sé como era su rostro, porque el sonido del «hola» y su mano flaca levantada , es lo único que he visto.
No recordaría su rostro, tampoco importa .
Se ha hecho extraña como un sueño.
Qué manía tienen algunos humanos de hacerse merecedores de admiración por ese carisma, por esa generosidad innata.
Me ha hecho sonreír de una forma natural, en una respiración, sin darme cuenta.
Y he pensado por unos segundos que será muy querida y la otra cara de la moneda: somos muchos los que no nos merecemos un saludo tan cordial y espontáneo.
Quien quiera que sea y lo que será, le deseo lo mejor de una larga vida.
Ten cuidado, mucha suerte, pequeña extraña.
Hasta nunca.
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El saludo de una niña
Publicado: 14 mayo, 2015 en Conclusiones, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Oscuros
Publicado: 13 mayo, 2015 en Amor cabrón, Conclusiones, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
No estoy seguro de que exista la felicidad, simplemente existe la ausencia de necesidad, el nivel más alto y perfecto de conciencia.
La felicidad y sus sonrisas un tanto banales, entran en el terreno de la narcosis.
Y dios solo pega y calla en la joroba de los crédulos.
La vanidad y la alegría por nada es el hipócrita escudo de lo superficial y la cobardía a la muerte.
En la inquietud y la sombra es donde anidan los sueños que nos hacen descaradamente valientes y épicos.
Los estigmas de Cristo se pudrieron en pocas horas; las sombras de nuestros amados muertos sobreviven y vuelan por encima de sagrados cadáveres.
Si un estigma no es una herida en el alma, es solo un roce fortuito, la quemadura de un cigarrillo en unas manos torpes.
Seamos ocultos y secretos antes de morir, si pudiera ser.
Eso no se hace
Publicado: 12 mayo, 2015 en Absurdo, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Eso no se hace…
No quiero ser la sombra de mí, la que se alarga al atardecer para perderse en la noche.
No quiero ser un reloj de sol que marca la hora del olvido y perder lo que amé, lo que viví, lo que follé.
No quiero ser sombra en la oscuridad porque es pena sobre pena, sobre pena, sobre pena…
La muerte debería ser definitiva.
Eso no se hace, duele infinito.
Otra vez no…
(fragmento de la prosa dramática: Eso no se hace, de Iconoclasta)
Objetos
Publicado: 12 mayo, 2015 en Absurdo, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Hay momentos del día que pido que todo se acabe, que se agoten las baterías y quede quieto, sin respirar como un muñeco abandonado en un banco mirando al sol con sus ojos plásticos tan abiertos y tan muertos.
Porque creo en el cansancio de los muñecos y las cosas inanimadas. Yo soy.
El vertedero es bueno, el vertedero es descanso.
¿Morimos las cosas? No, solo almacenamos insectos en los huecos. Da igual, no debería sentir, soy el delirio de un objeto que quiso vivir. Esto pasará.
La planta incineradora es buena, es descanso.
Lynette: no puedo creerlo
Publicado: 11 mayo, 2015 en Citas, Conclusiones, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Avisa en su blog Los Rostros de Jano: ¡HOLA! ESTA ES MI CRIPTA, PASEN BAJO SU PROPIO RIESGO, CONSTE QUE QUEDAN ADVERTIDOS.
Estoy de acuerdo y me encanta.
Lynette Mabel Pérez, una conocida y notoria escritora boricua (puertorriqueña) e impulsora de actividades literarias y sociales, ha tenido la inmensa generosidad, de hacer una reseña en su blog Los Rostros de Jano (http://rostrosdejano.blogspot.com.es/) de un personaje que creé hace mucho tiempo como la encarnación del mal y una justicia salvaje entre los humanos. Puro entretenimiento para adultos.
Lynette, mi amiga ha invertido un tiempo precioso, su conocimiento, profesionalidad y habilidad para comentarlo, como ejemplo para el tema que trata.
Esto aparte de ser vanidad mía, es un muy pobre agradecimiento a esta gótica escritora de este siglo y una amistad que se ha prolongado por el tiempo y el espacio, gracias a ella y a Miranda Merced, pude participar en ese lujo de antología que fue Fantasía Circense.
Lynette, gracias por elevar a algo importante a tan oscuro y banal personaje, que en muchas ocasiones representa mi furia desatada ante las injusticias que se hacen en el mundo y quedan impunes.
Me ha emocionado toda esa generosidad, te quiero amiga.
Un beso bermejo, un abrazo eterno, Lynette.
Su artículo es: Para una teoría de la dualidad: una lectura de un texto de Iconoclasta.
http://rostrosdejano.blogspot.com.es/2015/05/para-una-teoria-de-la-dualidad.html
Que lo disfrutéis. Como todo lo que es escribe, es adictivo y da para reflexionar y discutir con un buen café entre amigos. Algo ya casi olvidado.
La fiesta mayor
Publicado: 10 mayo, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
No paran en diez días de hacer actos absolutamente aburridos.
Y los ciudadanos deben estar ahorrando todo el año para beberse unas cervezas en los bares, porque el resto del año no aparece ni dios en las terrazas.
Y lo peor es ver a los orondos componentes de las diferentes peñas de baile folclórico con las camisetas denigrantemente ajustadas. Incluso dan la triste impresión de parecer alumnos de colegios especiales a los que les han dejado salir a pasear.
Ahora mismo, está tocando un grupo de música alternativa que hace caer a los pájaros aburridos de los cables eléctricos y temo que algunos pierdan las manos aplaudiendo eufóricos.
Y no hablemos de la cantidad de niños a los que en condiciones normales no se les deja sin correa y ahora le dan insistentemente cabezazos a la mesa donde padezco una cocacola, les sangra la frente y se ríen.
Precioso. Yo me voy al cine, estaré a salvo y dejaré de escribir tanta angustia y desolación.
¿Por qué se tiran pedos creyendo que no son oídos?
Mierda, corto y cierro, esto no tiene fin.
Precioso…
¿Por qué cojones gritan: «¡Un koala, un koala!»?
Si solo hay cerdos y gallinas y algunas sillas de ruedas descontroladas, es surrealista.
Tengo miedo.
Cumple años Josie Maran
Publicado: 8 mayo, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Lo transgénico y su banalidad
Publicado: 7 mayo, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Voy al lavabo, cojo eso tan pesado con firmeza y con las patas abiertas como héroe orinando al crepúsculo.
Y tras toda esa tragedia clásica, tras esa demostración de poder y territorialidad, me pregunto sumido en una profunda introspección:
«¿Qué mierda le pasa ahora a mi pene? ¿Se me caerá a trozos? ¿Te quieres emancipar de mí, grandullón? ¿Te quieres desprender?»
Obvio describir mi tétrica palidez. Mi angustia.
Un pestazo en el lavabo…
Pero ni de pizca de dolor.
Y en apenas cuatro minutos, dos centésimas, recordé.
No se estaba pudriendo: había comido revuelto de espárragos con camarones, huevo, ajo, cocacola sin adulterantes, pan, longaniza, un poco de queso y paté caro.
Y chocolate.
Y dos naranjas más ácidas que la sonrisa de mi profesor al calificar mis exámenes, pero las como porque es sano.
Todo lo malo es sano.
El asunto es porqué los transgenetistas pierden el tiempo con tomates no sé qué y sandías sin semillas cuando los espárragos son tan tóxicos e intimidantes ¿eh? ¿Por qué siempre hay que ir a lo fácil y banal?
¿Eh?
Qué disgustos me dan estos sabios de mente dispersa y remolona.
La palabra es cortante
Publicado: 7 mayo, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Estigmas
Publicado: 5 mayo, 2015 en Lecturas, Reflexiones, TerrorEtiquetas:Citas, Humor, música, Ultrajant
Giran sus palmas heridas a los idiotas y causan admiración. Sonríen esperanzados millones de rostros indecentemente vulgares.
Y están nuestros estigmas, ocultos. Una sombra que hace grandes las pupilas nos delata, como animales acechando.
Y pensamos, secretamente, con una sonrisa ostentosa, que Cristo no las hubiera lucido tan tranquilo si hubiéramos clavado nosotros sus manos y pies.
Esa es la inquietud indefinida que sienten los felices cuando giran sus rostros a nosotros que no sonreímos con ellos.




