Iconoclasta, el hombre.

Pongamos que las cosas no van bien: no quiero ser padre, no quiero pagar durante tanto tiempo un error. Y el tiempo me importa más que ser padre.
Pongamos que un hijo es una prueba de amor y demostraría que no te amo lo suficiente.
Pero sobre todo, sopesemos el aborto antes de la separación.
Porque yo no seré padre.
Mientras tanto, jodamos libres y relajadamente, sin tomar precauciones; ya nada peor puede pasar. Mientras tanto puedes decidir si abortar o separarnos.
No vale la pena disgustarse demasiado.

Están los tarados que se las dan de musicólogos, pero en cuanto oyen algo distinto a la mierda que tragan constantemente, se deprimen y ponen tristes como idiotas sin su palito para dar golpecitos encima de una mesa.
Hay gente patética para todas las disciplinas del arte.
Son unos tirados.
Aunque estos tirados, lo último que escuchan es arte, porque no lo reconocerían ni aunque se lo inyectaran en vena.
Nada nuevo bajo el sol.

Parece que cuando se es viejo se tiende a creer más en Dios.
Es por aquello del miedo a la muerte y esa duda de los inseguros que se plantean: ¿Y si de verdad existiera un paraíso?
Tócate los huevos…
A cierta edad hay que empezar a asegurar posiciones.
Qué mala es la degeneración del cerebro, casi tanto como la incontinencia urinaria.
Precioso…