Se vive en un constante esfuerzo. Es fatigoso respirar, da igual que folles, te follen o trabajes.
Siempre jadeas, como un perro, como una bestia sedienta.
No somos unos animales de prestancia elegante.
¿Qué importa un cigarro más o menos?
El jadeo de los humanos
Publicado: 27 agosto, 2013 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
0