Seguiré el tortuoso camino de la denigración y la degeneración física y mental, el que no aporta alegría ni tranquilidad.
Porque el camino amable de la aceptación y la paz es aburrido y muy lento.
Es más digno el sereno cinismo y la verdad sin pañales.
El otro camino
Publicado: 2 septiembre, 2013 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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