Jamás se debería confundir el aburrimiento con la tristeza, hay un evidente riesgo de aburrirse más aún: dos aburridos es hastío disociativo al cuadrado.
El producto de dos negativos no da positivo como en las amables matemáticas.
Y es que las matemáticas también son previsiblemente aburridas.
La vida es más divertida: se pasa la lógjca por el culo.
Confusión
Publicado: 9 octubre, 2013 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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