No sé si la polla, el coño o el culo son tan necesarios a la hora de pensar trascendentemente, la experiencia dicta que sí.
Solo sé que los grandes santones hindús buscan con sus contorsiones hacerse a si mismos la felación que les gustaría si tuvieran dinero para pagarla.
Por esta misma obsesión por la autocomplacencia oral, leyes, tradiciones y religiones han sido ideadas por las pollas, los coños y los culos de miles y miles de gobernantes y jueces muertos y vivos, idiotas todos.
Voy a empezar a pensar con la polla a ver si me dan un Nobel, con ese dinero no necesitaré hacer contorsiones para que me la chupe una top model de tarifa pornográficamente cara.
Lo que les sale del nabo
Publicado: 15 octubre, 2013 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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