Una pulsera que no está donde debiera. Una sangre que tampoco está donde debería. No es un final feliz. Y tampoco hay ambigüedad alguna. La muerte y el dolor son contundentes y directos.
(Fotograma de Desde mi cielo)
Una pulsera que no está donde debiera. Una sangre que tampoco está donde debería. No es un final feliz. Y tampoco hay ambigüedad alguna. La muerte y el dolor son contundentes y directos.
(Fotograma de Desde mi cielo)