El tiempo se acaba, ya no queda más para lograr lo que me propuse, solo queda mantener lo que pueda.
Las risas son de papel quebradizo, como mis pulmones.
Nadie está obligado a luchar hasta el final. Y eso me libera, me da un descanso, la muerte es una suave pendiente cuesta abajo.
Todos mis deseos y esperanzas se han esfumado.
Soy libre.
Porco e libero…
El tiempo acabó
Publicado: 7 abril, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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