La impaciencia por deshacerse de lo defectuoso, solo es comparable a la que se siente por acariciarse los húmedos y henchidos genitales cuando no has follado en un par de semanas.
Tan urgente como meterse una raya de dulce coca y jaco en vena.
Es maravilloso el narco consuelo.
Jode, pero nada es perfecto, salvo la impaciencia, que siempre cumple su cometido.
Narco impaciencia
Publicado: 2 mayo, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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