Se elevan en euforias desmedidas por intrascendencias, para acto seguido, hundirse en la más miserable apatía del cuerpo y el pensamiento.
En algún momento de la historia, un hombre y una mujer no deberían haber follado, su hijo no debería haber nacido, o en caso contrario, no debería haber sobrevivido hasta la madurez sexual, no debería haber follado, su hijo no debería haber nacido tampoco, o al menos debería haber muerto, ni dejado preñadas a cincuenta hembras idiotas como él.
¿Cómo pudo haber salido tan mal todo?
Solo por curiosidad, me gustaría saber en que época fue parido el tarado padre de todos los tarados.
Lo imbécil tiene una asombrosa capacidad reproductiva.
Euforias y desánimos
Publicado: 18 julio, 2014 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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