Los de escasos recursos naturales (por desidia de sus habitantes y merecidos gobiernos corruptos), con enseñanza fascistoide, con medios de comunicación comprados y censurados, amplio espectro de ignorantes con titulaciones universitarias…
Toda esa miseria se refleja en un sexo rápido, mediocre, múltiple (como no hay habilidad para follar y pasarlo bien, buscan y buscan), meramente reproductivo y enfermo.
Sin elegancia.
Y es que en algo se han de entretener: métemela, te la meto y «asu mare que rico», al salir del motel o del barracón.
Y cuanto más tontos, más se creen los verdaderos ejecutores del Kama-Sutra.
Sin distinguir bien entre el agujero del coño o del culo.
Siempre se junta culo y mierda. Vanidad y miseria. Mediocridad e ignorancia.
La vida es una mierda y nada mejora.
Qué suerte, coño.
Países pobres
Publicado: 18 diciembre, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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