Es muy habitual que a alguien lo califiquen de «especial» (ya es vulgar).
Todos los «especiales» que conozco son simples pedantes, huraños, frustrados, maleducados, sin gracia y cuando por fin abren la boca, perfectamente idiotas.
Lo único que podría ser especial es que su tremenda antipatía no lo fuera y se tratara de carisma. Ciencia ficción…
«Es muy especial». Cuando me avisan de algo así, sé que voy a conocer a un vulgar borde sobrevalorado por algún conocido.
Es muy especial
Publicado: 16 febrero, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
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