No es nada sencillo morir. Hay que vencer todo ese instinto de supervivencia insertado en las células del cuerpo.
Morir requiere convencerlas, una tarea faraónica porque están sectariamente convencidas de que la vida se ha de mantener al precio que sea. «Oye, deja de dividirte, ¿es que no ves que esto es una mierda?. Ellas me miran con sus membranas completamente idiotas sin entender.
Son duras de convencer las hijaputas. Y el tiempo que se emplea en convencerlas de que no es malo dejar de dividirse, es tiempo para que las cosas empeoren aún más a tu alrededor. Y así llegas a la vejez para acabar como era de esperar y haber sufrido de más: muerto.
Y las células, estúpidas como siempre, dale que te pego. Obcecadas en multiplicarse aunque el cadáver empiece a descomponerse.
Es una mierda que el pensamiento esté disociado del organismo. Hablando en plata, que mi pene vaya por libre independientemente de lo que siento.
Que incómodos son los despertares erectos…
Sí, yo también me pregunto que tiene que ver una erección con los deseos de morir y las células…
Lo difícil es morir
Publicado: 16 enero, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
comentarios
jajajajaja amé tu escrito, las células hijodeputas, las erecciones en las mañanas (me ha pasado) muy creativo
Gracias por ese humor, un placer sonreír ocntigo, amigo.
Saludos.