Las generaciones mueren tristes y mal consoladas pensando que la próxima generación disfrutará por lo que lucharon. Mentira.
Realmente lo que se hace, es dejar que el trabajo lo haga el que llegue el último.
Y el último no necesariamente es tonto ni la madre Teresa de Calcuta.
Y los viejos mueren con cara de idiotas abnegados y con el único mérito de la desidia perfecta.
Archivos para febrero, 2015
Generación tras generación
Publicado: 12 febrero, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
La tierra mojada
Publicado: 12 febrero, 2015 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Ha hecho viento, el cielo ha enrojecido, ha tronado y luego ha llovido. Ahora huele a tierra mojada y hierba fresca. Se ha esfumado la inmovilidad. Es hora… Es hora ya…
Algo tira de mis tendones y no sé para que. Ese olor nuevo y libre… Es de noche y la oscuridad huele.
No ofreceré resistencia aunque fuera el aroma de una tumba abierta. No cuando algo me arranca y me lleva donde sea.
Sea muerte o vida.
Dolor y cinco segundos, apenas…
Publicado: 12 febrero, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Si tiene que doler que duela. Cuando se conoce la vida se sabe a ciencia cierta que nunca es bastante y que habrá más dolor. Siempre hay más de lo malo que de lo bueno. ¿Cuánto dura una eyaculación? ¿Cinco segundos? Y luego a limpiar.
Mierda…
Si tiene que doler que duela y sigue caminado, coño. Queda mucho, queda demasiado para luego nada. Cabrón, so cabrón. Siento una ira hacia mí mismo…
Soy un genocida.
La vida es una fanfarria sin ritmo ni proporción.
Cinco segundos de gloria de mierda…
Para reírse…
Un viejo cacharro
Publicado: 11 febrero, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Parapsicología o narcosis profunda, en Binibook
Publicado: 11 febrero, 2015 en LecturasEtiquetas:binibook, descargas, escritor, lecturas, literatura, Pablo López Albadalejo, Relatos de Iconoclasta, Ultrajant
Curiosidad
Publicado: 10 febrero, 2015 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Rain Man y las putas
Publicado: 10 febrero, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Estaba viendo Rain Man por puro aburrimiento y al pensar en autistas y otros deficientes mentales, he evocado otras experiencias pasadas.
Y uno acaba dudando sobre si son muy tontos o muy listos.
Esta vena existencialista en mí a veces me hace descender a la oscuridad.
Porque cuando pasas con una prostituta unos meses y te cansas de ella y sus enfermedades, te das cuenta de que algo falla en los canales de comunicación. No hay forma de sacársela de encima por mucho asco que le hagas ver que sientes o el desprecio que le demuestras. Tal vez su padrone la instruía; pero no había brillo intelectual en su mirada.
Era inasequible a la humillación, imagino que como tenía el cerebro en el coño y el coño sucio no se enteraba. O tal vez era una habilidad de su profesión.
Ser probador de condones te hace experimentar lo más sórdido e indescifrable de la mente de las putas. Es un trabajo casi mentalista, además de un buen lubricante, necesitas un curso de perfeccionamiento personal por fascículos coleccionables.
Tal vez sí se enteraba y era hábil siendo puta… Por otro lado, cuando se reía parecía un burro…
Es que viendo Rain Man, se crean dudas. O tal vez los deficientes mentales tienen una escala de valores de un solo escalón: el picor genital que les lleva al dale que te pego convulso y sin elegancia.
Rain Man es solo una peli… Tengo que centrarme en el National Geographic, a ver si se aclaran estas dudas.
Voy a probar más condones que ha pasado la hora del desayuno ya. Y de paso fumo en mi departamento, que en el comedor no me dejan.
Asquerosos…
La risa y la muerte
Publicado: 10 febrero, 2015 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Recuerdo mi risa, una risa desencajada por un chiste durante el velatorio de mi padre. Fuimos algunos los que reíamos, seguramente los que más lo queríamos.
¿No es maravilloso nuestro sistema de defensa ante la agresión de la muerte? No se ha dado en ninguna otra circunstancia.
El cerebro aparta el dolor muy astuto él (por lo que le conviene):
«Vamos, colega. Toca reír, que te me vas a partir en dos con toda esa tragedia».
Y ríes por la cosa menos graciosa pensando: «Coño… ¿De qué me río con tanta muerte por aquí?
Y otro cuenta otro chiste…
No dejé de pensar en él cuando reía. No dejé de amarlo.
Me propuse reír más, sobre todo de mí mismo.
-En una panadería han hecho un pan de trescientos kilos.
-No tiene gracia.
-Pero tiene miga.
Como yo…
Parapsicología o narcosis profunda
Publicado: 9 febrero, 2015 en HumorEtiquetas:apariciones, cine, humor, Iconoclasta, mentiras, Pablo López Albadalejo, parapsicología, suciedad, terror, Ultrajant
Hoy he mirado fijamente el rincón más húmedo de la casa y he pensado en las apariciones del más allá, en la impermeabilización y la pintura. Y como pintar es una tarea que me parece bastante pobre intelectualmente y sobre todo sucia, he decidido no quitar la vista de la mancha de humedad durante quince minutos, a ver si aparece la silueta de un niño sin ojos que murió hará, pongamos unos diez años y llama a su gato con lamentos irritantes por las mañanas cuando el tamalero pasa por la calle. Al pobre niño corrupto nadie le dijo antes de morir aplastado por el todoterreno de su vecino dando marcha atrás, que el gato murió electrocutado bebiendo de un charco de agua sucia que ocultaba unos cables eléctricos, porque los papás no le ponían agua al gatito: para eso llueve o bien puede beber del agua que los vecinos usan para limpiar la cochera de la casa y tiran a la calle junto con los excrementos y orines del perro, que milagrosamente no tienen en el tejado de la casa. El agua de garrafón es cara y la del tinaco también. Total, solo es un mugriento gato que encontraron.
El gato llevaba tres días frito en una bolsa de supermercado en la esquina de la calle cuando el coche del vecino convirtió al niño en piel de plátano. Y claro, el niño se ha quedado con una angustia tremenda, y de ahí la mancha de humedad en la cocina: sus lágrimas eternas y sin consuelo. Tarea difícil la de consolar al niño, porque vete a saber en que hogar han usado su piel chamuscada para hacerse una alfombrilla de baño. No se tira nada…
Ya tengo una peli mejor que la Dama de Negro en la próxima tercera parte que sin duda filmarán con escenas eliminadas de las dos primeras. O te tomas un valium o te vas al cine y duermes como un tronco con cualquier Dama de Negro. Y no hablemos de un Bob Esponja la película.
La pornografía siempre será un recurso agradecido para impulsar la actividad cerebral.
Durante quince minutos no se ha movido ni la telaraña que hace un triángulo en la esquina de las paredes con el techo. Y mira que he apretado hasta el ojete concentrándome. Incluso me he fumado solo dos cigarrillos durante la tenebrosa e ilusionada espera.
Y si lloro no es por miedo o decepción, es por sequedad ocular, quince minutos mirando algo tan aburrido, es peor que dos horas leyendo El Castillo de Kafka y su agrimensor idiota.
Y los colirios caducados…
Pienso que eso de las apariciones debe tratarse de narcosis por alcohol, opiáceo, adormidera o es producto de un tumor maligno en el cerebro (la prueba es que en los panteones municipales, en la noche de muertos, todo el mundo los ve menos yo). O bien, puede ser la pérdida de tiempo de algún ocioso que hace videos de mala calidad para subirlos luego a yutup y tener unos segundos de gloria con una audiencia de unas cinco reproducciones.
Tras la decepción por la falta de magia y el más allá en la vida, me he sentido contento de la plenitud de mis facultades mentales. Y ese ruido sorpresivo, no ha sido más que un pedo que se me ha escapado por culpa de la inmovilidad intestinal y algo de chile que llevaba el pastel de pimiento que me he comido con una torta antes de proceder a la investigación parapsicológica.
A veces veo girar el microondas y me pasa lo mismo.
Me toca los huevos, cuando le pregunto a la de las carnes frías si algún fiambre o chorizo tiene chile, siempre dice que no, y todo por vender el cuarto de kilo como sea. Es una hijaputa.
Menos mal que pido las rebanadas muy finas…
Tras mi negativa a aceptar el grueso en las tres primeras pruebas que hace con el corta-fiambres me mira con notoria hostilidad, pero me suda la polla. Yo pago.
Es apasionante el mundo de lo parapsicológico, aunque sea una soberana mentira. Así que he decidido ser completamente obsceno y corrupto en lo que me queda de vida, y a los bebederos de los colibrís les voy a poner unas gotitas de laxante a ver si también parecen flotar delicadamente en el éter al cagar.
Estoy harto de bellezas y misterios. Como si esto fuera Disneylandia.
Disneymierda…
Qué pérdida de tiempo, suerte que me pagan lo mismo.
Indiferencia o cáncer del alma, en Binibook
Publicado: 9 febrero, 2015 en LecturasEtiquetas:binibook, descargas, escritor, lecturas, literatura, Pablo López Albadalejo, Relatos de Iconoclasta, Ultrajant





