Un relato de Iconoclasta, colaborando con la revista literaria Atramentum|Voces Subversivas.
Archivos para febrero, 2016
Un buen karma no garantiza nada
Publicado: 10 febrero, 2016 en Humor, LecturasEtiquetas:humor, relato, Atramentum|Voces Subversivas, Marlyn Centeno, Iconoclasta, Ultrajant, Pablo López Albadalejo,
A toda velocidad
Publicado: 10 febrero, 2016 en Absurdo, Conclusiones, fotografía, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,
La humanidad corre rápida, no se detiene.
Yo no tengo humanidad no me hace correr nadie (unas manos amadas, sí; pero es sexual). Los veo llegar y alejarse pensando si se arrastrarán igual de rápidos cuando les amputen las piernas. Si su mecanismo funcionará igual que el de un robot roto.
No es maldad, simple curiosidad.
¿Qué es la fibra sensible?
Publicado: 10 febrero, 2016 en Amor cabrón, fotografía, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,

No la puedo definir, solo la sufro, mi amor.
La constante erección que se lleva la sangre de mi cerebro, haciéndome incapaz de expresar nada ante ti.
Encuentros con la mezquindad
Publicado: 9 febrero, 2016 en Chusma, Conclusiones, Histéricas, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,

Nubonstruosidad
Publicado: 9 febrero, 2016 en fotografía, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:amenaza, arte, cielo, foto, Iconoclasta, naturaleza, Pablo López Albadalejo, Realidades truncadas, Ultrajant
En solo una hora
Publicado: 9 febrero, 2016 en Conclusiones, fotografía, Humor, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,

Dentro de una hora volveré a estar allá abajo y miraré rumbo 35º, aquí arriba. Y estaré tranquilo porque estuve. Porque no fue sueño y fumaré en el cielo así como en la tierra.
El viento no tiene piedad, arrastra el pasado y el futuro.
Y a mí…
A medio hacer
Publicado: 8 febrero, 2016 en AbsurdoEtiquetas:absurdo, prosa dramática, padre, hijo, muerte, vida, bosque, recuerdos, amor, reflexiones, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Ultrajant,

¡Ey, padre! Tú estás muerto, ambos lo sabemos; pero ¿qué pasa conmigo?
¿Soy un zombi?
No sé si soy muerto o vivo.
Te fuiste pronto y dejaste cosas por acabar: a mí.
Quiero tener una posición ciertamente definida en la vida o en la muerte, si pudiera ser.
Porque me da la impresión de que soy solo medio hijo, cosa que no te hace medio padre, entiéndeme, no quiero ser ofensivo, reprochón.
Soy una mitad que dios se dejó por acabar.
¿Es eso? No me digas que dios existe, porque tendríamos un serio altercado tú y yo.
Hay cosas muertas en mí, y sin embargo sonrío. ¿Debería, padre?
Porque a veces tengo unas locas de llorar y me da miedo verme en el espejo reír y gemir.
Y frotarme los brazos que están gélidos de algún mortis rigor.
No es locura, solo es que no sé si ir al cementerio o a follar.
Tengo dudas, padre.
Soy hombre inquieto.
No busqué herencia, pero podrías haberte ahorrado dejar cierto legado de cierto gen tumoroso en mí. Así dicho, parece gracioso.
Y lo es, padre inquieto que tuviste tanta prisa en marchar.
Es gracioso que yo ahora te tenga que enseñar cosas de la vida que tú no viste.
Digo que vendí una parte de mí al diablo a cambio de cierta libertad.
¿Estás orgulloso en que invertí lo que hiciste?
No es reproche, es que a veces, cuando el viento hace hablar a los árboles, parece que estás entre el rumor de sus ramas y hojas. Y quiero estar contigo.
Cuando los árboles rugen, siento la sensación de que no me quieren ahí, no quieren a nadie medio muerto. Temo que quieran acabar el trabajo, porque las cosas a medio hacer no tienen futuro entre lo nemoroso.
Insectación del alma: come orugas peludas.
Se me ha ocurrido de pasada, hay un nido de orugas caído en el camino y no he resistido la tentación de pisarlo.
Es como si tuviera orugas comiendo mi humanidad, dejando grandes agujeros de nada.
Tal vez el viento pasa a través de ellos y siento que soy estiércol. No sé…
Ser algo medio vivo no es optimista.
Pudiera ser jocoso; pero si existieras, deberías abrazarme ahora que solo el viento nos ve.
No es broma.
Llegué a ser bueno con los cables, para llegar a ser habitualmente cruel con palabras que hieren las buenos sentimientos.
El tejido negro de lo que hay muerto en mí, se extiende más allá de piel, carne, cartílago y hueso.
Es razonable que a veces sea oscuro yo también.
Tú tienes tu pequeña responsabilidad; porque he de reconocer haber perfeccionado lo medio vivo y lo medio muerto.
Tu hijo te quiere y no recuerda un día sin pensarte.
¿Te das cuenta de lo que hiciste conmigo? Tu testimonio de vida.
A lo mejor, al morir tú, morí un poco yo también.
En tal caso, olvida mi divagar. Te exonero de esa pequeña responsabilidad.
Ya te he dicho que soy habitualmente cruel, habitualmente extraño.
Es tiempo de carnaval, todos piensan que mi disfraz es bueno.
Hasta pronto papa, sigo muriendo por aquí un rato.
Nos vemos pronto.

Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.
Qué buenos champiñones
Publicado: 8 febrero, 2016 en Absurdo, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,

-Yo de usted no comería esos champiñones, y menos así, crudos-díjome el excursionista listillo y asesor.
No le hice ni caso, qué envidiosa es la peña.
Y qué buenos los hongos.
La mano impía
Publicado: 8 febrero, 2016 en Amor cabrón, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,

La mano tensa en su inmovilidad. Cruenta entre los muslos deseados.
Predadora.
Determinación e impudicia…
Parecemos tranquilos mano y hombre. Y lo estamos, seremos imperturbables hasta que la bella gima y sus ingles se tensen ante la líquida masacre del placer. Hasta que los dedos mueran dulcemente ahogados en su coño.
Un regalo
Publicado: 7 febrero, 2016 en Humor, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant,

A veces el planeta es generoso y me regala un instante de belleza y la posibilidad de ser parte de él. No puedo quejarme, aunque no me quejo.
Solo soy hostil como una bestia más.

