Posts etiquetados ‘pasión’

Dos años que han pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Dos años de un dulce morir.

El tiempo es así de hijo de puta: si estás dos veces bien, pasa cuatro veces más rápido; pero si vive en una pesadilla en lo que todo es gris, los segundos se convierten en minutos y las horas en días.

No sé que pensar, puede ser que mi esposa sea extraterrestre y tenga un arma especial para regular la velocidad del tiempo y yo sea su sujeto de experimentación. Me somete a su tiempo.

Ella rige con su belleza y voluptuosidad el ritmo de mi vida.

Hace girar las manecillas de mi reloj a velocidad de escape de la atmósfera, en una aceleración que acorta el tiempo, que me lanza veloz hacia mi tumba con una velocidad sin freno.

Mi semen en el espacio es una ráfaga láctea que se mueve a la velocidad de los cometas. Mis cojones me duelen cuando eyaculo así, y quiero que duelan. Necesito el dolor del amor.

Y no me importa envejecer más rápidamente, es algo, un precio que pago gustoso.

¿Pero qué haré cuando al morir, en el último hálito de mi vida, sea consciente que mi tiempo a su lado se ha acabado?

¿Es posible que Yahveh insufle, como a Adán, en mi nariz la vida para que pueda seguir con ella? Jodiéndola y cagándome en él, el creador; con el placentero dolor que hace que mis cojones parezcan comprimirse sobre si mismos al derramar mi leche sacra en su coño insondable.

Dios no existe, solo ella. Son elucubraciones de mi mente enferma, como la de todos los creyentes que tienen miedo a morir.

Yo tengo miedo a dejar de follarla. Soy más valiente.

Tengo mucho miedo de que esa fracción de segundo, ese paso impreciso entre el último latido y la muerte íntegra, se convierta en otra vida, en una mierda de vida.

Los segundos, cuando mi amor está ausente, pasan obsesivamente lentos.

Tengo miedo del momento en que será definitivo. ¿Seré un no-muerto durante siglos? Porque el corazón tardará en detenerse mil putos años sin ella.

No quiero morir lentamente, no he de tener tiempo a pensar que con la muerte, dejaré de estar con ella para siempre.

No me queda más que pedirle a cosas en las que no creo, que tengan piedad de mí y en el momento de palmarla, mi cerebro estalle y sea incapaz de razonar. Que no sepa que voy a estar sin ella.

¡Dos años…! ¡Qué rápidos!

Me han parecido tres meses, es vertiginoso amarla.

Aferrarse a ella no es solución, todo lo contrario. Acelera el proceso de mi partida, de mi deterioro, de mi decadencia, de mi vejez. Ergo muero más rápido.

Es una paradoja que me enloquece.

Un problema preocupante; por decir poco, por decir lo mínimo.

No tengo opción: soy un suicida y se la meto aunque pierda un año de vida. Me derramo en su coño al precio de una vejez prematura.

Abrazo y me follo a mi muerteamor desgarrando sus labios (los de arriba y los de abajo) con la rabia de mi deseo.

Y ahora he de seguir muriendo rápidamente, ella está conmigo y el futuro está aquí, mirándome con un saco de muerte en su espalda. Con una soledad cósmica, si no muero lo suficientemente rápido.

No necesito artes adivinatorias para saber mi futuro, necesito un tiro certero en el paladar.

Que alguien, llegado el momento, destroce con un martillo o con un disparo a bocajarro mi cerebro cuando mi semen rezume por su coño, porque ese será el único momento en el que no pensaré que me quedaré sin ella al morir. No pienso que me voy a morir cuando de su vagina mana mi leche.

No quiero un purgatorio de una eterna fracción de segundo alojado en el último latido de mi corazón.

No quiero pensar, solo quiero amarla a costa del tiempo, de mi vida.

Para Aragón, mis segundos más veloces, mi tiempo sin freno.

Iconoclasta

El amor no se busca

Publicado: 21 abril, 2012 en Amor cabrón
Etiquetas:, ,

No hay forma alguna de encontrar el amor. No se debe buscar, es un animal astuto que huye cuando se da cuenta de que es perseguido.

Es una bestia tímida con un poder desmesurado que no controla. Es oro envuelto en brea. Una cosa oculta que explota radiando y arrasando los corazones sin ninguna piedad.

El amor es azar de desesperados. Aleatoriamente agresivo.

Solo hay que sentarse en un banco en el páramo y ser solitario. Aparentar estar bien, no necesitar nada; será entonces cuando el amor llegará huyendo de una jauría de cazadores porcinos que lo persiguen con cuchillos y ratas con collares de diamantes. Marranos envidiosos que destruyen todo aquello que no tienen y ambicionan. Son religiosos y usureros, son millonarios y son políticos.

El amor no se busca, te encuentra, te invade, te enferma.

El amor se metió en mis huesos huyendo de esos podridos cerebros llenos de leyes, tradiciones y oraciones. Fue como un fuerte dolor de cabeza y un vacío que me contraía el estómago provocando una arcada.

Estaba perdido. Los cerdos nos perseguirían para apresarnos, arrancarnos el corazón y robarnos el amor. Así que intentaba ser ciego a su belleza, a su voz de una cadencia desesperante de deseo y sensualidad. Y callé. Me negué a reconocer que la amaba y encerré todas las ilusiones en el desván herrumbroso de mi mente. Amar es peligroso y te esclaviza; pero fui cobarde de vivir y morir sin ella y el amor me infectó completamente.

Por otra parte duró poco mi resistencia a sus anticuerpos y además de dejarme enfermar decidí amarla con voluntad suicida. Y estuvo bien.

No puedo decir que fue lo mejor que ocurrió en mi vida, porque ellos, los envidiosos y frustrados nos acosan a los que tenemos contacto con lo sublime. He de ser discreto y secreto.

¡Shhh…! No corráis la voz.

La repito cada día hasta casi convencerme, la dedico a los marranos que rigen con sus leyes y oraciones los países y los colegios:

ORACIÓN FALSA PARA ENGAÑAR A LOS FARISEOS.

No la amo, no estoy enamorado.

Solo deseo que me haga una buena mamada sin pagar.

Correrme en sus tetas.

Escupir en su coño y sorber lo que se desliza de su vulva.

Quiero que se folle a otro mientras me masturbo. La quiero para joder sus agujeros, para anular su pensamiento y despreciar su mirada. Ella es solo un recipiente de mi esperma. Un desahogo a mi instinto sexual. A mi erección dura y mojada.

Le tiro dos billetes de veinte pesos a la cara cuando me levanto de la cama, para que sepa lo que vale para mí.

Y cuando siento que el asco y el vómito me doblan ante esta brutal y blasfema plegaria contra mi diosa; en un cuarto a oscuras o asfixiándome en un pantano de arenas movedizas musito con un dolor inmenso en mi corazón:

ORACIÓN DE CONTRICCIÓN ENTRE MI AMADA Y YO.

Te quiero más que a mi puta vida.

Follarte no es mi placer, mi placer solo se alimenta de tus gemidos. Mi semen se derrama solo ante tu violenta contracción del orgasmo. Si escupo mi blanca alma, es por ti.

Podría pasar mi vida sin eyacular una sola vez si no estás tú.

No puedo vivir sin ti.

Mi polla es un monumento erigido a ti.

Mi leche solo adquiere importancia sobre tu piel; en lo profundo de tu coño.

Mi pensamiento es absolutamente tuyo.

Hay cosas peores…

Hay quien no conoce el amor, aunque no estoy seguro de que pueda ser peor. Mi dependencia de ti me roba el libre albedrío, no puedo elegir.

El amor es una soga de seda que estrangula el ánimo, y quiero morir asfixiado entre tus brazos.

Y así, engañando con esta oración al mundo, afirmando que el amor es pura prostitución, voy amando indecente y clandestinamente sin que los envidiosos me jodan demasiado. Y sobre todo, que no la jodan a ella. Su coño es mío y es mío su pensamiento y es mi esclava y yo soy un mierda que enloquece cuando no está.

Es importante no alardear de estar enamorado, es importante saber que vivimos en un mundo hostil a nuestro bienestar y que cuando mejor estamos, más fuertes son los ataques de los cochinos de dos patas.

SALMO DEL ABANDONADO (conjuro-escudo contra los envidiosos):

No amo ni a dios, no quiero la compañía de nadie. Deseo morirme.

Soy infeliz y pobre, no follo ni se me pone dura.

Vivo odiando, temiendo y recelando.

Hijos de puta, no os fijéis en mí, no tengo nada que envidiéis, salvo mi valor. Y esto último es algo que no os interesa demasiado.

Porque no tenéis la más mínima clase. Os conozco, os identifico y sé exactamente que haréis a cada momento, sois económicamente potentes, influyentes; pero vuestro cerebro es de la calidad de mis excrementos. Sois previsibles como el movimiento de un peluche barato. Vuestros hijos no tienen más valor que un condón usado que se engancha a la suela del zapato.

SALMO DE ABSOLUTA RENDICIÓN AL MORIR EL DÍA (cuando la noche profunda ha cerrado los ojos de todos esos que deseo ver muertos):

Te he amado a cada segundo, y aunque duermo a tu lado cada día, no basta.

Entendería la vida completa y feliz si fuéramos fusión, si viviera y pensara dentro de ti, en ti, contigo.

Amarte es la indecencia de abusar de cada abertura de tu cuerpo, de llenarte toda con todos mis recursos.

Si ellos murieran, si el amor no fuera perseguido y castigado, el día sería nuestra noche eterna. Te amo a cada momento, tan secretamente por el día, como obscenamente intenso por la noche cuando la luz no delata el amor.

Iconoclasta

Safe Creative #1204211509515

Mi alma egoísta

Publicado: 4 abril, 2012 en Amor cabrón
Etiquetas:, ,

Hay algo que no funciona correctamente, mi tiempo se acaba; como siempreen la puta vida lo bueno es breve.

Le voy a pedir que acepte el compromiso de morir conmigo.

La necesito hasta en la muerte.

Aún así, el tiempo pasa rápido, debo hacer algo al respecto; algún trato con el diablo si existiera; mi alma que se pudra en el infierno, no importa. Lo que quiero es más tiempo para follarla y otras cosas, le podría arrancar al puerco Satanás unos años más con mi alma. Eso espero; porque mi alma es fuerte, es dura como el acero; demasiado para esos seres celestiales de algodón de mierda blanca. Y quiero la lujuria de su cuerpo, el calor de sus labios y sus palabras en mis oídos antes que la paz eterna.

Que se metan la paz en el culo.

No es una cuestión de cobardía no querer morir. Es egoísmo puro. Lo fácil es estar con mi amada; lo difícil es dejar este mundo solo.

Vivir con ella no es un sacramento, no es norma. No tengo elección: no puedo vivir sin mi amor.

Así que hablemos de la muerte.

Le llevo años de ventaja, es algo que me obsesiona. Me molesta que la muerte me deje sin ella.

Soy muy valiente, muy despegado de la vida y cínico. Pero me voy antes y no me gusta. Necesito toda la eternidad a su lado. ¿Cuánto me das por mi alma egoísta, Satanás?

Tampoco puedo proponerle que se venga conmigo. Debería asesinarla y luego suicidarme; pero no tengocojones más que a acariciarla y perderme en la indecente suavidad de sus pechos, de su vagina anegada que unta mis dedos de ella misma.

La amo demasiado para hacerle daño. ¿Qué coño pasa…? ¿Por qué es todo tan complejo?

No veo solución.

No sé si el diablo tenga a bien darme un par de años más y durante los cuales, tal vez en un accidente muramos los dos juntos.

Amarte me hace egoísta y peligroso.

Es una reacción normal dado mi carácter. Te quiero exclusivamente a todas horas. Exijo todo el tiempo del mundo.

Te ofrezco mi culo Satanás y yo beso el tuyo por ella.

No me gusta perder.

No entiendo el amor si no estoy a su lado, no me es posible ser feliz amando porque la vida sin ella se acaba. Es un problema difícil de resolver. Cuando se ama nunca hay suficiente tiempo.

Ella hace lo que puede, es omnipresente en mi pensamiento; pero eso no basta.

Tenemos que conocer juntos muchas más cosas y los días pasan rápidos como los besos.

No hay suficientes besos y no existen días enteros. La semana es una sucesión de medios días. Todo corre demasiado rápido a su lado.

Soy una mecha rápida. Demasiado rápida.

Que Satanás me ayude, es el único que puede hacer la contra al Puto Dios Misericordioso de mis huevos peludos.

No tengo más remedio que blasfemar ante la ira, ante mi rabia que hace descolgarse hilos de baba hostil de mis belfos.

Que alguien maldiga este amor, que nos haga malditos y eternos, esta es mi solución. Es mi utopía.

Mi indecente y egoísta utopía.

Iconoclasta

Safe Creative #1204031416178