
– ¿Adónde vas?
– Adonde mueren las cosas.
– ¿Eres cosa?
– Cualquier cosa es cosa.
– ¿Y por qué ir para morir?
– Soy impaciente. Y morir es íntimo, más que follar.
– ¿Qué ocurre si te ven morir?
– Es patético, haces ruidos, caras raras, cosas indignas. Es humillante.
– Los seres humanos quieren morir con el consuelo de los que aman.
– Yo no soy esas cosas.
– Es triste morir solo.
– No. Yo soy un triste sin tristezas en esta cuestión.
– ¿De verdad no temes caminar hacia la muerte?
– Temo al dolor, si no duele está bien.
– ¿Qué esperas tras morir?
– Una mamada.
– ¿No extrañarás nada?
– Las mamadas. ¿De verdad no entiendes qué es morir?
– Estás deprimido.
– La vejez y sus consecuencias no es depresión, es lógica.
– ¿Cómo crees que será morir?
– Dormir, una asfixia y luego descomposición.
– No es agradable, no se puede vivir con eso.
– Por eso voy donde mueren las cosas.
– ¿Puedo ir contigo?
– ¿Sabes lo que significa intimidad, cosa?
– Solo hasta las puertas, no entraré. Quiero saber.
– Si llegas a las puertas, estás muerto. Lo que ocurre en muerte, se queda en muerte. ¿Hueles? Ya empiezo a descomponerme.

Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.