
Yo no quiero, no busco que veas bondad alguna en mí, cielo.
No pretendo que te enamores de mi humana generosidad.
Ni la tengo, ni la quiero.
Te amo. Y amarte, no me hace bueno. No sé a quien se le ocurrió pensar que amar te hace más piadoso.
Amarte no puede refrenar, en modo alguno, mi repulsión hacia la humanidad.
Todo lo contrario, amarte hace más horrible la faz humana. Todo lo que no eres tú…
Cosa que te convierte en el ser más amado del mundo.
¿Sabes un secreto, cielo? Quiero ser una bestia feroz aplacada entre tus brazos. Una bestia cansada y herida.
Penetrarte ante la mirada del dolor humano.
Lamer tu coño ante los agonizantes y los hambrientos.
Y fumar el primer cigarrillo de la íntima mañana frente a ti, con un cráneo humano de cenicero y un café tan dulce como tú.
Lo más hermoso de estas palabras, es el atroz amor que destilan por ti.
Y lo más implacable de mi amor es que desconoce el concepto de literatura.
Aunque no me ames, estás condenada, maldita… Seré tu enamorada sombra impía.
Sin consideración alguna o supuestos de bondad hacia emociones humanas:
Te amo, cielo.

Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.
El amor te va a matar. Tanto amor, tanto amor, no puede ser bueno. Mi prima Patri, que también era una exagerada amando, en uno de esos arrebatos amorosos cogió la escarlatina y casi se va al otro mundo. Estas cosas no se suelen airear, pero pasan. Yo por si acaso te lo digo. Igual una mascarilla?
Es amor ficción, Azurea. Nadie ama así. Escribir es contar lo que me gustaría que existiera, más que nada para combatir mi propia mediocridad.
Cuando escribimos aunque sea desde el humor, siempre se cuela algo nuestro. Yo solo pretendía hacer unas risas. “nadie ama así” qué pena jjjjjjjja. Y lo de mediocre. ¿Quién te lo ha dicho?
Llevo muchos años conmigo mismo, Azurea, me conozco decepcionantemente bien 🤪🤪⚘⚘