
Amor… He frotado una vieja lámpara de aceite y un genio ha salido de ella.
Y un deseo le he pedido: que te envíe todo mi amor.
¿Sabes, cielo? Ha muerto aplastado por el peso de ese amor.
Te lo he dicho tantas veces… Nadie puede amar tanto a alguien, cielo.
No sé que hacer con el cadáver.
¿Te envío unos dedos disecados? La cabeza es feísima; pero le hago una foto y se te gusta, te la envío también por mensajería. Ya tengo demasiadas reliquias de magos, hadas y ángeles.
Te amo tanto que el muy zorro de Dios hace que no me ve para que no le pida lo que al genio.
Un beso profundo en tus cuatro labios.