Joder… Prácticamente en este rincón y por el puentecito, solo falta Caperucita Roja saltando alegremente con florecillas en sus blancas manos.
Si algo semejante ocurriera, espero que haga mover unas grandes tetas sin sostén. Y que su vestidito sea tan corto que deje ver su tanga bien encajado en el culo.
Siempre debo llegar a un lugar y reparar errores de diseño y decoración que pueden conducir a la diabetes.
Coño… Me ha excitado imaginar a esa Caperucita en este idílico rincón.
Soy tan ingenuo y cándido…
Cursilería boscosa
Publicado: 23 diciembre, 2016 en Absurdo, fotografía, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant
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