
Dicen que el alma es espíritu, aire, vapor, intangible y eterna.
Indestructible…
Pues la mía no cumple ninguna de esas condiciones.
Está rota, partida y hecha añicos como el vaso que se estrella en la fregadera sucia.
Y ahora no tengo alma. Ergo soy absolutamente libre, carezco de conciencia y escrúpulos.
Tendría que haberla vendido cuando estaba en buenas condiciones.
Espíritu, eterna… Es que no se puede creer nada de lo que la peña cuenta.