El águila vuela alto, más que ninguna ave, con las alas muy extendidas, orgullosamente visible.
Alardea que está por encima de todos y elige quien vive y quien muere.
No es extraño que sea símbolo de muchos países, escudos y banderas.
Solo que los humanos no tienen esa belleza, estilo, ni dignidad.
Los emblemas con águilas deberían sustituirse por animales más acertados y coherentes con la naturaleza humana.
Hay ratas muy bonitas. O zarigüeyas.
Son especies acertadas.
Los cerdos, bien, pero el color es demasiado llamativo.
Ratas por águilas
Publicado: 19 abril, 2017 en Chusma, Conclusiones, Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant
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