Cuando me encuentro solo en un paraje sin seres humanos cercanos, me doy cuenta que todo lo que ocurra en ese momento, es mi responsabilidad.
No hay injerencia alguna.
Y en ese instante la vida vale la pena respirarla profunda.
Es la absoluta libertad, donde nadie depende de nadie.
Se da tan pocas veces ese momento, que siento que la vida es una sucesión de violaciones de la libertad.
Y se me han ido años de vida perdida.
No es justo, nunca ha sido justo el equilibrio entre libertad y mediocridad.
Lo han hecho todo mal…
Absoluta libertad
Publicado: 24 abril, 2017 en fotografía, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant
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