Archivos para septiembre, 2019

¿Desarrollan las putas intolerancia a la lactosa? ¿Se les debe reconocer como enfermedad laboral? Hoy me siento especialmente solidario con las hermosas putas y sus bocas tan insaciables, como su hambre de billete fácil.
A propósito de putas, en estos tiempos que corren, no es extraño que tomes una revista, veas a una tía buena y te masturbes con absoluta devoción hasta que la mujer de la foto se emborrone un poco con todo ese semen deslizándose por su cuerpo.
Y ahora viene lo jodido: ¿Y si te das cuenta tarde de que es un transexual? ¿me convierte esa paja o chaqueta en maricón? No es justo, es una trampa vil. Si lo hubiera sabido me hubiera masturbado con Campanilla, aunque no tenga ingles ni surco entre las tetas.
Mierda, ya podrían tatuarles alguna señal para que no nos hagamos pajas humillantes; dan ganas de meterse en la ducha llorando en un rincón con las rodillas contra el pecho y los brazos rodeándolas, como en las mejores películas de mujeres violadas, depresivas, tristes o sin dinero. Con el agua cayendo por mi cabeza, por mis huevos, por mi culo, por…
Otra vez divagando, qué cruz…
No soy un cabrón, solo estoy acosado por una sociedad rara y deprimente.
Nací buena persona, lo juro por los dos rabos de Snoopy.
Pero idiota tampoco soy, así que me dije: que le den por culo a tanto mojigato de mierda, parece que mean miel, joputas…
E hice lo que debía: Ora et scribere (es que lo de “labora” me da alergia).

Si alguien no comprendía con precisión aquella expresión de “dormir a pata suelta”, he aquí la explicación gráfica.
Murf es un ser absolutamente despreocupado.
Incluso obscenamente despreocupado.
Gatos y su irritante vanidad hasta para dormir.
No le vuelvo a comprar otra pelotita con pluma.
Puedo ser muy severo castigando la soberbia.

He pasado cuarenta y cinco horas de la semana trabajando como un esclavo, ganando una mierda y soportando a los hijos de puta de mis jefes. ¿Y pretende algún idiota bendecir la mesa para dar las gracias a Dios por los alimentos que me han arrancado del culo?
Si deberían chupármela bajo la mesa coño, Yo soy Dios y no se enteran.
No tienen ni puta idea de mi divinidad.
Serán mis hijos y mi esposa; pero tienen menos cerebro que un playmobil.
Mañana van a comer mierda.

No es una cuestión de amor ingenuo, pueril y decadente por los árboles, por los animales, por la naturaleza.
Es una cuestión de libertad, de vivir violentamente. De estar donde debes, cuando tu instinto está tranquilo, satisfecho. Cuando ninguna otra consideración cuenta más que existir libremente: matar animales para comer, tomar lo necesario de la tierra y la vegetación, partir ramas y troncos para hacer fuego en las noches, de tener como reloj los movimientos planetarios. De morir en la espesura, sin que nadie llore, sin que nadie ría. Sin que nadie sepa.
Y ni siquiera es una cuestión de libertad romántica.
La cuestión definitiva de existir aquí, es ser el animal que nació y no el que fue sometido en la granja humana.
Dicen que con el tiempo uno se relaja y se habitúa. Bueno, yo con el tiempo almaceno más rencores por las esclavitudes sufridas, por las vejaciones que no pude devolver.
No soy un animal que morirá con una sonrisa beata. Moriré con los belfos contraídos, mostrando mis dientes rotos.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

Yo no digo que Rosalía no esté muy buena.
Está follable.
Pero es que es como el resfriado, que está en todas partes.
Como un maldición, como un mal de ojo: “allá donde mirares siempre la vieres”.
Es horrible, solo unos potentes visillos a mi alrededor conseguirán librarme de esta maldición. Y no quiero ir disfrazado de bañera.
Las masturbaciones no sé porque, empeoran la sintomatología de la maldición, tal vez porque el semen contenga un principio activo de brujería o no sé qué cojones. Pero cada vez que me la pelo con una foto suya, se triplican sus manifestaciones.