
Francia no puede simpatizar con el Régimen Español, una dictadura tan cobarde y represora que no gusta a ningún político con un mínimo de ética.
Y es que el Régimen Español quiere controlar la entrada de extranjeros, posibles testigos del golpe de estado que han cometido contra los más básicos derechos civiles. Y sobre todo, evitar la entrada en el país de prensa libre que pudiera desenmascarar la corrupta dictadura en la que se ha erigido dentro de la mismísima Unión Europea.