Archivos para noviembre, 2013

No hay drama en la soledad, solo descanso y serenidad.

Soledad no es un país o un lugar, es mi pensamiento sabio que todo lo sabe.

La vida se tuerce sola y lo único recto en mi horizonte es mi pene, directo y firme. Animal sin raciocinio pegado a mí. Me da placer cuando orino y cuando eyaculo.

No pide nada, solo usa la sangre que compartimos.

No quiere saber nada del cerebro, mi polla es una buena compañía. Sin complicaciones.

No os habréis fijado bien, porque lo bueno acabó apenas comenzó. Hay que ser observador: el cáncer y todos los males se activan con el nacimiento, al igual que la muerte.

Mi vida no solo se tuerce, se rompe.

Y mientras se desarrollan los embriones de las enfermedades, las desgracias, la pobreza y los desamores; la peña se cree que es feliz a pesar de la planicie de su vida. Les han enseñado que la ausencia de males y desgracias, es felicidad. Y mejor que lo crean, porque de lo contrario, se deberían suicidar.

Plano es el electrocardiograma de los que están muertos. Lo plano es inactividad, con optimismo podría ser una alucinación que hace pensar que se vive.

La humana mediocridad diaria es el súmmum de lo que obtendrán. Si acaso, sueñan con viajes en los que no conocerán nada.

Somos el reflejo de la vida en el planeta, una mecha chispeante y rápida.

Y todo lo que tocamos, sentimos, y amamos u odiamos está acorde con ello.

Follar son solo unos segundos entre tantos años de mierda.

Hay fetos que sirven de comida a las ratas y las ratas no aportan beneficio alguno. No le veo la gracia. Solo  tiene moraleja: no existe justicia alguna para los que sufren y aún no ha hecho más que comenzar el tormento.

Durará mucho más que un millón de putas mechas.

Los humanos tenemos una imaginación que no lo es, simplemente nacemos locos.

Alucinando…

Lo único que me mantiene en la realidad, lo único tangible es el semen entre mis dedos.

Y es gris…

El semen entre los dedos es placer, no reproducción. Aunque el planeta necesitara una gota de mi leche para seguir con la especie humana, la tiraría por el inodoro.

No es por misantropía, simplemente protejo la soledad, que es lo único real junto con el semen y la tos que me produce el tabaco.

Hay cosas buenas a pesar de todo, aunque duren eso: un puto cigarrillo.

Es algo que todos lo saben…

Porque… ¿lo sabéis verdad?

Tampoco es la cochina novedad del día, simplemente la locura a veces provoca idiocia y eso impide pasar un rato real con el semen entre los dedos, hasta que se seca.

Hasta que evapora.

Auto-ordeñarse no es malo ni bueno, solo necesario.

No puede hacer daño.

Iconoclasta

Tengo dos piedras que aún no sé muy bien para que sirven, pero si alguien las ha dejado en el camino para que me masturbe con ellas, lo haré. El placer siempre es bueno aunque sangre.
No soy delicado, ni nadie lo es.
Los hay que encuentran excrementos secos y su imaginación les hace creer que son bolas de algodón y se frotan con ellas gimiendo como animales.
No hay nadie delicado, solo los hay estúpidos en mayor o menor grado.

Sal, gel bactericida y mierda.

Publicado: 12 noviembre, 2013 en Humor
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Telegrama de Iconoclasta.

Escalofrío, 2001.

La biblia for dummys o la iconoclasta verdad.

Jueces, capítulo 3, versículos 15 al 24.

Aflicción de Israel. Débora.

3 últimas páginas.

La horizontalidad es el descanso total, ya sea metáfora o realidad inamovible. No se puede descansar de pie, y los que lo hacen simplemente vegetan, han perdido la conciencia en ese estado; pero no descansan.  O son idiotas o les ha dado un pasmo.

La horizontalidad es una característica de los celulares, al girarlos ellos solos se acuestan y se relajan dejando ver sus letras y fotos más grandes, no tan prietas como cuando están en plena verticalidad. Y por ende, también nos relajan a nosotros.

La horizontalidad es descanso y muerte (descanso eterno para los románticos empedernidos).

Hay seres humanos que en cuanto adoptan la posición horizontal, cambian completamente de carácter y comportamiento. Sufren mucho, porque es imposible que puedan ver una película entera sentados en el sillón, en posición semihorizontal, de la misma forma que el motorola no sabe si horizontalizarse o verticalizarse en esa ambigua postura y es irritante observarlo cambiar de sentido repetida y aleatoriamente como si tuviera un ataque de autismo. Que nadie se piense que hemos llegado a la cima del avance tecnológico en smartphones.

Los teléfonos móviles son seres inanimados y ahí acaban los beneficios de la horizontalidad; pero en los seres humanos, la cosa se complica mucho más.

La horizontalidad es un medio de relajación necesario para la buena salud intestinal.

Cuando los seres humanos se tienden en la cama horizontalizándose por fin, el sistema digestivo se relaja, tan rápidamente como el motorola cambia la pantalla.

En la oscuridad, acostado boca arriba, se observa atentamente la lámpara del techo, con embelesamiento, esperando el fogonazo de luz que periódicamente lanza el defectuoso foco de bajo consumo. Y como si de una reacción epiléptica se tratara, los intestinos se distienden y los gases se expanden lo que la verticalidad del día no les ha permitido.

Los pedos de la horizontalidad están exentos de vergüenza, decoro o cualquier otro escrúpulo.

En cuanto giras el celular…

El pedo de la horizontalidad es añejo, ha estado fermentando todo el día.

Puedes envolver a tu esposa en forma de taco árabe cosiendo los extremos, es inútil: todo ese chile, la leche de alpiste, el queso de cacahuete y magnas cantidades de lechuga y mixiote, se filtrarán entre la estructura molecular del tanga, el pijama, la sábana, la manta, la colcha y el edredón para recrear inmisericordemente el aroma que se respira en los palacios presidenciales de todos los países: mierda en el estado más puro y duradero.

No puede un humano respirar bajo el agua y tampoco puede aguantar sin respirar más de 14 minutos (eso si eres un recordman mundial de apnea, porque si no, a los 1 minutos 30 segundos, ya estás expulsando mocos por nariz y boca). Los pedos de la horizontalidad se mantienen en el aire como manteca flotante en un tiempo que oscila entre los 12 minutos 31 segundos a los 16 minutos  58 segundos 3 décimas.

Lo he medido, tengo una tabla de promedios y tiempos y lo he experimentado. No hay discusión, es matemático.

Cuando todo ese gas se ha expandido, desearías ser asmático y tener el nebulizador muy lejos, a unos 11, 45 Km. de distancia concretamente y así ni corriendo puedas abrir los bronquios y alveolos para respirar.

No tengo claro aún el porqué una persona marcadamente habladora, que ni bajo el agua puede callar, en cuanto se coloca en estado horizontal, adolece de afasia.

No puedo discernir si el origen se encuentra directamente en la desconexión funcional por medio de ese chip de la horizontalidad que hay en esos cerebros o se debe a la repentina suelta intestinal, como un efecto colateral a esa relajación.

He sopesado también la posibilidad a que se origine una temporal lesión en la corteza cerebral debido al desplazamiento de oxígeno por el metano intestinal y de ahí la pérdida del habla.

Aún así, la horizontalidad, a pesar de esos graves inconvenientes, es necesaria para la salud mental y física de los humanos. De la misma forma que el cigarro se enciende de forma automática cuando voy a cagar por las mañanas.

Y cuando las horas de horizontalidad llegan a su fin, como un reloj vil y cruel, se sueltan dos pedos largos y sonoros a modo de sofisticada alarma despertadora. Ya no huelen tanto como los de la noche, porque al fin y al cabo, no se come durmiendo; pero no deja de ser alarmante para el olfato ya resabiado que se pone en guardia ante lo que ha padecido en los primeros minutos de la noche.

Los intestinos, al igual que los celulares, se adaptan a su entorno y posición independientemente del tiempo. Y la prueba es que mientras hay verticalidad, aunque se lleven ya varias decenas de horas sin dormir, no afectan esos pedos a la hora de tomar copas y copas.

Aunque siempre hay excepciones y está el listillo capaz de relajar sus intestinos de forma vertical (aunque le cueste) y expeler una sonora ventosidad a través de las rejas de una ventana a la gente que duerme apaciblemente en el fraccionamiento.

Buen sexo y feliz horizontalidad, capullos.

Iconoclasta

Desde mi cielo, 2009.

Esto del tráfico de órganos humanos es de lo más kafkiano que hay. Da miedo pensar que te puedan poner un plato de hígado a la plancha y no sea de res, cerdo o cuadrúpedo al uso.
Lo más seguro es que sea cerdo, pero el de dos patas.
O médula idiota para el caldo…
Y es que no le veo otra utilidad a cosas de segunda mano. Vaya usted a saber el CI del donante.
La idiotez anida hasta en la piel y es contagiosa como un catarro.

Josué, capítulo 13, versículos 1 al 7
Distribución de la tierra.
3 últimas páginas.

Las legiones de seres humanos moviéndose de la misma forma cada día, es una pesadilla cada noche repetida. Solo que no existe forma alguna de despertar y evadirse.
No hay forma posible, de evitar que las cosas ocurran según ese ejército de seres que actúan bajo las órdenes de una abeja reina. El mundo se mueve con ellos, los que no piensan, por alguna cósmica inercia.
Me cago en la democracia y las cochinas mayorías.