Se dice con romanticismo y deseos de ser profundamente emotivo, que el amor lo puede todo.
Es un mito, una falacia sensiblera.
El amor no puede combatir contra algo tan banal y simple como el apego por la tierra natal.
Yo he renegado de ella, he encontrado lugares mejores.
A lo mejor, dada mi disidencia (es una posibilidad), yo sí puedo hacer del amor un arma que arrase con todo.
Está bien, no soy un mojigato; el odio también es muy gratificante.
Incluso tentador.
Voy a tener que deshojar una margarita para decidirme.
¡Qué chocho!
Un cuento chino
Publicado: 28 noviembre, 2016 en Absurdo, Amor cabrón, Conclusiones, Humor, Lecturas, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant
0