15289281_10211508595531558_4379925734094351777_o

Supe que era hora de morir.
Son cosas que sabes de una forma natural, como respirar.
Y mientras moría me quité el abrigo y lo dejé donde estaba sentado.
Di tres pasos atrás, encendiendo el último cigarrillo. Quería saber como sería el mundo sin mí.
Sentí tristeza por mi mochila tan sola, y dejé que alguna lágrima brotara.
En su interior quedaba mi pluma y mi cuaderno; ya no podría hacer mi pensamiento táctil y tridimensional.
Pero aquel trozo de mundo tenía hermosos sonidos y hermosos colores que se hacían grises al tiempo que mis ojos perdían brillo.
Sonreí y el corazón se partió con un chasquido.
Fue una muerte dulce y serena.

Deja un comentario