A veces juego conmigo mismo al escondite, me mal escondo en mí y de mí. Quisiera no saber tanto de miedos, de dolor, de frustración.
De la vergüenza de tantos fracasos.
Quisiera no conocer el final de la película…
Quisiera esconderme de todo eso.
Pero no se me da bien.
Abulto mucho y mis manos son pequeñas.
Hago lo que puedo y nunca es suficiente.
Puto karma…
El escondite
Publicado: 28 abril, 2018 en Absurdo, Conclusiones, fotografía, Maldito romanticismo, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant
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