
La certera muerte, la relajante muerte, la necesaria muerte…
Pero sobre todo, la sincera muerte.
Dicen todos los políticos de la era de la peste del coronavirus, que la sociedad vencerá esta batalla, que la superará.
La muerte dice que ya hay miles que no la han superado. Y otros miles agonizan.
La muerte dice que mienten como bellacos.
Los que han muerto son esta sociedad, eran…
La muerte y su sinceridad humilla a los políticos, poderosos y supermillonarios. Se ríe de sus hipócritas arengas; de su banal oratoria de piedad.
Hay un tiempo para vivir y otro para admirar y meditar sobre las propiedades terapéuticas de la muerte.
Sobre todo si es ajena.
La muerte dice: lo que mal nació, mal morirá.
En los peores momentos no sale lo mejor del ser humano, solo cobardía y traición.
Y la muerte no es un viaje, morirán todos…
Estoy totalmente de acuerdo con las palabras de la muerte: “lo que mal nació, mal morirá.”
Sí amigo, se ha degenerado tanto la sociedad, ha llegado a tal punto de decadencia; que los humanos han llegado a creerse seres casi celestiales olvidando que son bestias. Saludos.
Ayyyy, aquí sí que no sé por dónde hincar el diente, que se me escurre la lagrimilla traidora. La muerte no miente.
Es que vivimos tanta ñoñería, se alarzea de cobardía y al individuo lo pisotea la amorfa chusma. Alguien debe ser despiadado y mostrar el final. Me tomo.mi trabsjo en serio. La lagrimilla, que sea de esas de cocodrilo y a sonreír impunemente.
Que el humor no nos abandone. Salud
👍